Peña Gómez e iglesias católica y evangélica cocinaron llamado gobierno compartido

Gobierno Rafael Hipólito Mejía ha demostrado esta fórmula demagógica era para engatusar y desviar al pueblo de justos anhelos conquistar gobierno democrático se tradujera en una real mejoría deplorables condiciones extrema miseria e insoportable explotación

 

La tesis de Juan Bolívar Díaz Santana como mercenario de la pluma y agente económico opusdeista de que el PPH y Rafael Hipólito Mejía han traicionado el mamotreto de gobierno compartido de que tantas vacuencias hablara ese lumpen llamado José Francisco Peña Gómez, sólo ha servido para evidenciar que todo eso del gobierno compartido y de gobernar para la gente, siendo un gobierno de los explotadores, no fue más que un espantapájaros detrás del que se escondían los más pervertidos fines demagógicos para engatusar y desviar al pueblo de sus justos anhelos de la conquista de un gobierno democrático que se tradujera en una real mejoría en sus deplorables condiciones de extrema miseria y de esta insoportable explotación.

Como se recordará, entre los fines anti-nacionales de Peña Gómez, de un lado, y de las iglesias católica y evangélica, por el otro lado, hay en común que ambas partes abogan por la fusión de la República Dominicana con Haití, en común acuerdo con el mando de la Unión Europea, Canadá y los Estados Unidos.

Así, cocinaron en común el llamado gobierno compartido, que es en realidad una caricatura del corporativismo eclesiástico fascista falangista donde los diversos sectores estarían representados a través de corporaciones o por medio de “la buena inteligencia mutua”, como en el año 1943 diría el Papa de Hitler, Pío XII, una vez que su corporativismo ya estaba quemado como una herramienta odiosamente fascista-falangista.

Por igual, ese mamotreto del tal gobierno compartido, que no es más que un repulsivo aborto demagógico, encontraría suficientes armas en la socialdemocracia europea y francesa, sobre todo en este último país donde existen aún todos esos disparates del “socialismo” filantrópico y reaccionario, del que hiciera uso Francois Mitterrand, quien no por casualidad fuera condecorado por el gobierno títere nazi-fascista de Petán durante la ocupación alemana de Francia.

Y estos energúmenos embrutecidos de Juan Bolívar Díaz Santana y Bienvenido Alvarez Vega pretenden darle validez a su degradada mercancía de que Participación Ciudadana y Finjus son la sociedad civil, aduciendo como único argumento el que así lo formularon los peñagomistas en su mamotreto de gobierno participativo o compartido, conscientes de que eso fue algo así como un embutido de porquerías junto a excrementos inmundos sólo con el fin de intoxicar la conciencia del pueblo dominicano.

 

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