Relaciones del siniestro Opus Dei con el BBVA y el Banco del Progreso

 

Si se busca la publicación que apareciera, al igual que en todas o en casi todas las letrinas periodísticas amarillas, en “Hoy” del español Pepín Corripio, allí se verán muchos apellidos que han estado tradicionalmente vinculados a Italia y a España, así como a las actividades de grupos tales y como el Opus Dei o a Franco en España y a Musollini en Italia, de lo que hoy nos vamos a permitir dar ciertos detalles tras haber organizado informaciones fundamentales o básicas en torno al siniestro grupo Opus Dei y a su modo de operar internacionalmente.

 La presencia del Banco de Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) como socio y accionista de un tiempo para acá, específicamente desde poco después del primer año del desgobierno éste de Rafael Hipólito Mejía, es lo suficientemente concluyente como para establecer que el Banco del Progreso es el enlace, entre otras cosas, de la sagrada familia de Rafael Hipólito Mejía y Fenosa así como del Opus Dei operando a toda capacidad en aras de sus ambiciosos fines y sus avasallantes objetivos que no descartan ni el lavado y el blanqueo de dólares, el tráfico ilegal de divisas, las llamadas malas prácticas bancarias condenadas internacionalmente en el mundo de las finanzas, etc., etc.

 De Leonel Fernández y de Temístocles Montás se sabe que percibieron desde fuertes sumas por comisiones para las famosas plantas flotantes que operan en el Este del país, hasta porcentajes de un centavo de dólar por cada dólar facturado por energía eléctrica vendida. Pero sin embargo, no ha habido datos tan suspicaces y que muevan con tanta intensidad a la fundada sospecha de que son socios de primerísima categoría de Fenosa y las distribuidoras como se desprende de las intimas relacionados de los accionistas de estos consorcios internacionales y el Banco del Progreso, que nadie puede negar que es de la llamada, digamos aquí, sarcástica y irónicamente por nosotros, como sagrada familia del gurabense Rafael Hipólito Mejía, que es sospechoso por sus mismas confesiones hechas en los Estados Unidos de ser ciudadano norteamericano y, por esa vía, virtual y eventual usurpador de la Presidencia de la República Dominicana, ya que la Constitución vigente, aquí, en República Dominicana, no permite sino que declara ilegal que un ciudadano extranjero ostente el cargo de Presidente de la República Dominicana.

 

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