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Subero Isa con reformas judiciales trabaja para darle cobertura de impunidad a los desafueros de corruptos poderosos y al clan pepegato de Rafael Hipólito Mejía y su sagrada familia
Lo
de que Subero Isa no adoptó las llamadas reformas adelantadas en los
procedimientos judiciales con fines en realidad de modernización y
avance, sino de reafirmación de los privilegios e impunidad de que gozan
los miembros de la oligarquía criolla, y en especial crearle el ambiente
de confianza a Rafael Hipólito Mejía y a su banda en el Poder de que no
teman ser procesados y mucho menos encarcelados inevitablemente tras la
salida de él junto a los miembros de su banda de PPgatos y de su sagrada
familia del Poder, no sólo está comprobado en que, efectivamente, los
Pellerano, los Juan Felipe Mendoza, los Aníbal de Castro, los Aybar Sánchez
y demás están rebosantes de alegría, ni en que Ramón Buenaventura Báez
Figueroa se apresta a ser puesto formalmente en libertad, sino que debe
saberse que está comprobado que la visita del jefe del tesoro
norteamericano John Taylor al país, tuvo más por objetivo garantizar que
aquí no ocurra un desbordamiento popular, lo cual es probable que se
produzca, según prevé que puede suceder el Departamento de Estado de los
Estados Unidos. Taylor,
como ha trascendido, durante su visita se empeñó en reunirse con las
direcciones de los tres corrup-partidos, sobre todo con las direcciones
que vinculan las respectivas corrup-cúpulas con los seguidores de las
calles para interesarlos, bajo promesas de ser recompensados, de que actúen
con comedimiento evitando que se llegue a una situación que se les vaya a
todos de control. Taylor
vino a respaldar a Subero, pues éste respalda sus medidas consagratorias
de la impunidad y los privilegios diciendo por debajo que todo lo hace
para dejar satisfecha a la Embajada Americana y aplacar a los PPgatos e
incluso a los del peledé y reformistas que lo amenazan con destituirlo. Recuérdese
que los Estados Unidos, como el único país imperialista que no ha sido
diezmado por una guerra mundial, se ha erigido en el depositario de toda
la experiencia de aplastamiento y expoliación a sangre y fuego combinado
con medidas civilizadas, de los pueblos subyugados. Y entre esas
experiencias de las potencias coloniales que Estados Unidos tiene como su
cultura colonialista, está la de ser agradecido y tratar de preservar las
oligarquías nativas traidoras a estos países que le han servido para
administrar los Estados de sus colonias. De esto se trata pues, y así
compagina y concuerda a la luz del entendimiento hasta del más atrasado
el significado real del viaje de John Taylor por un lado, y las
precipitadas y atolondradas medidas que adoptaron la Suprema Corte de
Justicia y la Procuraduría General de la República, con un fondo de
respaldo por la gran prensa amarilla y mercenaria que todos conocemos.
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