El grupo de los 8 y la Iglesia Católica decretan que no existe la lucha de clases

Para sus corifeos el individualismo es el eje de todo

 

A la luz de una vieja y obsoleta concepción de la historia y de los hechos, así como de los acontecimientos políticos, vieja concepción que es un amasijo cocinado bajo la receta culinaria china de mezclarlo todo para que al final, como resultado, se obtenga la llamada ensalada rusa a nuestro gusto personal, que por tratase en este caso de asuntos ideológicos y de cómo se perciben los fenómenos de la historia, lo que es materia propiamente de la concepción general o filosófica del mundo y no propiamente de comida, hemos de decir que esa vieja y obsoleta concepción individualista contiene los elementos de éste -del individualismo- perteneciente tanto al viejo feudalismo tan perfectamente recogido en el cristianismo con su oscurantismo supersticioso, su metafísica, su ignorancia, sus pretensiones de linaje, sus ambiciones, su falta de escrúpulos, su falta de perspectivas, su aislacionismo y su desprecio por las masas populares del medievalismo, como también nutren a esa vieja concepción del individualismo los estamentos intermedios urbanos y de los marginales de estos lugares propios al capitalismo manufacturero y artesanal, donde van a parar las partidas de los que son lanzados forzosamente de los campos a las ciudades, y finalmente al sustento de esa obsoleta y reaccionaria concepción individualista, metafísica y reaccionaria concepción de la historia y sus acontecimientos, el malsano empeño ideológico de los estrategas del imperio-capitalismo que, teniendo en el Grupo de los 8 países capitalistas desarrollados su Estado Mayor a escala mundial, ha creído que decretando el fin de la historia, ésta se ha de desenvolver conforme a los caprichos de sus monopolios e individuos que los representan y no por obra de las leyes propias e inmanejables de la economía, como base de la sociedad, de las luchas entre las clases contrapuestas productos de este sistema de explotación, que sigue siendo capitalista aún bajo la modalidad del neoliberalismo y su globalización.

Consecuentemente con esa antojadiza y muy caprichosa ideología, de la misma manera, la lucha política nada tiene que ver con la lucha de clases, esto es, que ya la política no es ni la forma más acabada de la lucha entre las clases ni mucho menos es parte de esta lucha, sino que la obsoleta y reaccionaria concepción de marras ha proclamado que la política es manipulable hasta consecuencias infinitas, decretándose caprichosamente que vivimos supuestamente en otros tiempos, que serían éstos los del fin de la historia sujeta a leyes propias que operan independientemente de la voluntad de los individuos y grupos de éstos, para pasar a la era de, querer es poder, por parte de los monopolios, que adaptan por decretos y leyes los Estados a los límites de sus intereses y ambiciones económicos, que los partidos políticos ya no serán lo que eran en la época de la historia cuando ésta no había llegado a su fin, que su espacio y funciones serán desempeñados por el cristianismo y la Iglesia Católica, S. A., en particular, que los puntos de vista científicos del marxismo-leninismo no existen por así haberlo decretado los ideólogos y estrategas del Grupo de los 8 y que tampoco hay comunistas ni Partido Comunista del proletariado, igual y de la misma manera que, cumpliendo órdenes como un lacayo genuflexo, Leonel Fernández y su gobierno Pálido ha decretado que el país va pa’lante, cuando la situación real es peor que antes, que los hospitales públicos están abastecidos y funcionan a toda capacidad dando servicios a pedir de boca a la población necesitada, cuando en realidad dichos hospitales están desabastecidos hasta de los medicamentos e instrumentos de los primeros auxilios y la población se está muriendo por no tener ningún tipo de atención hospitalaria y mucho menos posibilidades con qué comprar los medicamentos que, al igual que todas las demás mercancías o productos para cubrir las necesidades alimentarias, de salud, educación o vestimenta, están a precios cada vez más elevados y difíciles de obtener pues son cada vez más escasos y difíciles los medios de obtener los pesos, que escasean cada vez más, a fin de producir la baja de la tasa del dólar en lo que se ha concentrado el lacayo agente yanqui Leonel Fernández, haciendo honor al dicho: Vacinilla de oro para orinar sangre.

 

Volver a la Página Principal