La Provincia de La Vega es una prueba viviente de la implementación y ejecución del factor K

 

Allí, la irresponsabilidad y la corrupción de los funcionarios pepegatos no tienen límites y, como es muy natural y habitual en este desgobierno de Rafael Hipólito Mejía, y seguirá siendo así con Leonel Fernández-Pálido, los bienes del pueblo no son más que un botín para las bandas de ladrones de los corrup-Partido Revolucionario Dominicano, corrup-PLD y corrup-Partido Reformista Social Cristiano, quienes ante una ciudadanía impotente se han robado, en el caso de La Vega, hasta los motores de la planta de tratamiento de aguas negras, lo mismo que el dinero para comprar el cloro necesario para los programas de desinfección, llegando a lanzar esta aguas directamente al Río Pontón, con mayor grado de contaminación que la que poseían en su sitio de origen, violando con esto la Ley 64-00 sobre Protección del Medio Ambiente y Recursos Naturales.

A esto se le agrega la grave situación de que en la planta de tratamiento del agua de consumo, la cual debe ser potable, no hay cloro, causando esto frecuentes y crecientes epidemias de enfermedades gastrointestinales por la presencia en esta agua de grandes cantidades de bacterias, como la salmonella, la ameba y un sinnúmero de patógenos más, situación que ha sido comprobada por análisis de laboratorios. La contaminación es tan grave, que en varios sectores de la ciudad, como San Antonio, San Miguel y Villa Palmarito, se han reportado muchos casos de presencia de excrementos en el agua que sale de las llaves de las viviendas.

Ante esta situación tan peligrosa para la salud, el Director de INAPA en esta Provincia, el pepeachista Francisco Mota, sólo atina a decir, repitiendo como una cotorra: “Estamos esperando la patana con el cloro, estamos esperando la patana…”, pero la misma nunca llega.

A ese laberinto de muerte, fortalecido y continuado por este maldito gobierno en cumplimiento de los mandatos del llamado neo-liberalismo globalizante, se suma el caso del Hospital Provincial Dr. Morillo King, dirigido por el pepeachista Dr. Cotes, que se encuentra en el más terrible desastre, faltando en éste hasta lo más elemental para atender a los pacientes que aquí acuden en grandes cantidades afectados de fuertes dolores estomacales e intestinales y con incontenibles diarreas sanguinolentas.

Esta situación de irresponsabilidad es tan extrema, que los médicos se ven obligados a decirles a los pacientes que para poder atenderlos tienen que comprar todo lo necesario, como sueros, medicamentos, analgésicos, etc. Esto, junto a la cada vez mayor desnutrición, ha determinado un incremento de la mortalidad en esta Provincia, principalmente en la niñez, que es el sector más vulnerable de la población.

Se ve bien claro que toda esta situación no es más que un plan bien elaborado para provocar la desaparición de la pobreza por el camino de la eliminación de los pobres.

Son culpables de esta situación por complicidad: Mairení Pérez, Director Provincial de la SESPAS; Pablo de Moya, Gobernador Provincial y el Dr. Cotes, Director del Hospital Dr. Morillo King, junto a sus jefes neoliberales y los imperialistas jefes de éstos.

 

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