Eric Chester ataca de nuevo y desnuda la hipocresía de los boschistas y peñagomistas en su condición de dignas creaturas de esos dos felones agentes espías

 

Debe subrayarse y decirse en alta voz y de manera enfática, que Eric Chester en ningún momento ha condenado ni ha considerado, según su óptica imperialista, que sea una actitud oportunista ni que exprese falta de escrúpulos el que Juan Emilio Bosch Gaviño, su discípulo más destacado, el haitiano anti-dominicano José Francisco Peña Gómez, Viriato Fiallo y su enclave político reaccionario anti-comunista Unión Cívica Nacional con Antinoe Fiallo, Severo Cabral, Rafael Alburquerque Zayas Bazán, César D’Castro, al igual que los del “30 de Mayo” hayan estado vinculados como espías y agentes de la CIA y de su país, Estados Unidos de Norteamérica.

Tal vez ha querido llamar la atención a la opinión pública y a sus pretendidos gurúes de su llamada intelectualidad criolla que sólo ha aportado una recalcitrante hipocresía y creado un falso mundo lleno de mitos y falsos profetas, un cortejo de héroes y gigantes con pies de barro que apenas, en verdad, reflejan el atraso de una nación a cuya sociedad se le impone el abigarramiento de un proceso que se hace interminable de diferenciación de clases, lo cual genera a su vez una promiscuidad en la que puede sustentarse que la sociedad dominicana es lo más parecido a un lodazal, a una pocilga y en la que históricamente el segmento clasista que se ha podido consolidar, si es que es posible eso, es el llamado “lodo social”.

El segundo gran discípulo de ese gran traidor y, no cabe duda, auténtico prohombre de pies de barro, o bien, político de pacotilla que es Juan Bosch, lo es, que nadie lo piense dos veces, Leonel Fernández, que es más lacayo y sirviente sumiso del imperialismo y la reacción que el más grande lacayo y peón de los monopolios imperio-capitalistas jamás conocido.

Así, poniendo de realce la naturaleza vulgar de esos hipócritas, Eric Chester viene a abonar el terreno para que sean toleradas como las cosas más naturales y normales de este mundo mitológico dominicano, las acciones entreguistas no sólo de Leonel Fernández y sus pelegatos, sino las del perrodé-pepegato, y de paso que se callen la boca los pretendidos y reales seudo-intelectuales “revolucionarios” como los Antinoe Fiallo y Billini -para joder más aún la cosa-.

Todos esos falsos apóstoles y verdaderos estafadores, fueron empleados a sueldo de la CIA y de los gobiernos norteamericanos.

Lo del patio trasero del imperialismo, lo de la concesión al ejército norteamericano de la base de Las Calderas para una escuela de asesinos a escala internacional, lo de que su Embajador y la directora de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID) dispongan y ordenen lo que se debe hacer en cada uno y en todos los poderes del Estado dominicano, así como que cualquier funcionario norteamericano gozará de impunidad absoluta sin importar el crimen o los crímenes que efectúen contra los dominicanos, lo mismo que la Iglesia Católica sustituye con organismos ilegales y apócrifos la soberanía que el pueblo delegó mediante elecciones en sus funcionarios y congresistas electos, etc., etc., no debería causar extrañeza ni debería ser sorpresa pues el gobierno actual es de los discípulos últimos de Juan Bosch, que trazó el camino como agente y espía de la CIA y al servicio de los Estados Unidos.

Ciertamente, éste es el reclamo que busca reivindicar Eric Chester en cuanto a la hipocresía, y parte no sólo de hechos y situaciones reales, sino de que, como afirma Eric Chester: “El PLD y el PRD encuentran sus orígenes en la herencia política de Bosch”.

En efecto, para los que estamos conscientes de que, ciertamente, éste, al igual que Peña Gómez, eran ídolos falsos y reales agentes del imperialismo y sus mecanismos de subyugamiento y espionaje, en nada nos sorprenden las revelaciones tardías, que nadie se preste a engaños, de Eric Chester, aunque sea válido ponderar que no se producen por amor al arte, ni por pura casualidad, sino por interés de estimular el asinceramiento y el rompimiento definitivo de lo que aún queda, tanto en el PLD como en el PRD, de simularse gentes honorables, y, como bien confesara en forma harto depravada Rodríguez Marchena, haciendo de vocero de Leonel Fernández: somos lacayos y sirvientes yanquis, y si éstos nos lo recuerdan, nos ofendemos.

Eric Chester ha hablado de que Pepe Figueres era un confeso espía de la CIA. De que igual lo era Norman Thomas, el invidente siniestro que Peña Gómez presentaba como una gran personalidad cuando nunca pasó de ser un rufián y vulgar agente del espionaje internacional; que el Instituto de Educación Política (IEP) era un instrumento de la CIA; que Sacha Volman era un contratista de la CIA, pero sorprendentemente finge desconocer que Bosch lo congratuló en su folleto “Crisis de la Democracia en Santo Domingo” dándole la condición de prócer y profeta que debería ser ejemplo a seguir para toda la juventud dominicana.

Hay una serie de hechos sobresalientes que Eric Chester se esmera en subrayar y obliga a que se le preste toda la debida atención.

Por ejemplo, resalta que Juan Bosch se resistía a dar la cara ante jóvenes dominicanos reclutados en el 1961 para ser adiestrados como agentes activos unos, y otros para asumir el papel de agentes o células dormidas -igual que como ahora dicen de Al Qaeda, que no debe olvidarse que Bin Laden fue un Jefe regional de la CIA-. No cabe duda de que Bosch Gaviño se daba cuenta que ahí quedaría atrás su condición de agente supuestamente secreto; tendría que quitarse la máscara. Y eso a cualquiera le resulta algo difícil.

En el párrafo seis de su último escrito al respecto Eric Chester explica esto así:

“Figueres convenció a Bosch de trabajar en el Instituto de la Educación Política (IEP). La sesión de diez semanas que empezó en abril de 1961 fue exclusivamente dedicada a la República Dominicana, con muchos de los estudiantes viniendo del propio partido de Bosch, el PRD. Durante su tiempo en Costa Rica, Bosch llegó a ser un gran amigo de Sacha Volman, el secretario-tesorero del Instituto Internacional de Relaciones Laborales (IIRL) que supervisó las operaciones del IEP para el IIRL, y para la CIA”.

Nosotros daremos próximamente un listado de jóvenes que concurrieron a esa primera promoción. Y hay que destacar que Eric Chester lo hace a propósito y hasta cierto punto en venganza por todas las diatribas que en forma hipócrita derramaron sobre él cuando hace poco mencionó el asqueroso asunto de la condición de espía de la CIA tanto de Bosch como de Peña Gómez.

Una vez mencionada la primera promoción que concurrió al centro de la CIA en Costa Rica, la pregunta obligada, aún fuera sólo por curiosidad, sería ¿y cuáles son los nombres de ese primer grupo adiestrado?

Muchos de los que más vociferaron en la prensa escrita, radial y televisada o instigaron para que jóvenes inexpertos y desconocedores de la verdad de las cosas, como sería Erick Barinas, crearan un maremagnum de escándalos por lo que se quiso pintar como blasfemia de un iconoclasta, muchos de los que dijeron que eso era una ofensa a un prócer inmaculado, repetimos, son de esos agentes de la CIA formados en el Instituto de Educación Política para tales fines desde el 1961. Ahora Eric Chester busca colocarlos entre la espada y la pared.

Pero el caso de Antinoe Fiallo Billini, que es un agente contrarrevolucionario socialpistola, igual que su otro hermano, Alberto, que es funcionario pelegato en el actual gobierno igual que en la anterior gestión de Leonel Fernández del 1996 al 2000, debe ser tocado aparte en detalle e interrelacionado más adelante. Pero esto no quita ni impide que señalemos que el socialcristianismo, creado alrededor del mito de que la Iglesia Católica poseía en realidad una doctrina social propia, y que la Iglesia Católica y el cristianismo eran representativos de un nuevo régimen económico-social, mito éste que por cierto en su encíclica Centecimus Anno el Papa de la CIA, Juan Pablo II, en el 1992, fue definitivamente deshecho al declarar que la Iglesia Católica ni el cristianismo en realidad eran portadores de ningún régimen económico-social propio, no era más que un truco para la misma CIA y el imperialismo norteamericano reclutar contingentes anticomunistas contra-revolucionarios, por lo cual a nadie debe extrañar que un gran segmento del socialcristianismo haya concluido como integrante del torrente socialdemócrata, que es igualmente antisocialista, anticomunista y contrarrevolucionario.

Así, Antinoe Fiallo, que hace el papel de oráculo sabelotodo después de abandonar su militancia palidista al lado de Bosch y su gran amigo Rafaelito Alburquerque, fue de los que más acremente arremetió contra las revelaciones de Eric Chester en la Fundación Global; ahora éste, con lo de Viriato Fiallo y su padre Antinoe Fiallo, le da el mensaje: “En boca cerrada no entran moscas”.

Realmente, no pocos se sienten molestos, sobre todo, cuando con la nueva arremetida de Eric Chester, éste prosigue imponiendo que se desmixtifique el falso mundo, que los manipuladores de la opinión pública, en base a la tergiversación del papel de los personajes que intervienen en la política, de quién les paga y a qué intereses sirven, a veces tan espurios como en los casos de Bosch, Peña Gómez, Viriato Fiallo, que a quienes se los habían endiosado se resisten a aceptar la verdad en lugar de sus mitos creado o falaces informaciones.

Volver a la Página Principal