Radhamés (Jack el Destripador) Gómez Pepín como venal y mercenario plumífero de la prensa amarilla quiere embarrar a toda la izquierda con el sucio trabajo de espía al servicio de la CIA del felón Juan Bosch

 

Resulta tan insultante y ofensivo como repulsivo y pusilánime el mendaz y sucio titular que, en su prostituida práctica de periodismo venal y propio de los cagatintas al servicio de los grupos de matones paramilitares y policiales, le colocara Radhamés Gómez Pepín (el criminal impune Jack el Destripador) al artículo del historiador e intelectual imperial norteamericano Eric Chester, respecto a la condición comprobada de espía e informante pagado de Juan Emilio Bosch Gaviño, José Francisco Peña Gómez, Viriato Fiallo, Antinoe Fiallo -Unión Cívica Nacional (UCN)- así como de los que fueron adiestrados como avanzada de los Cuerpos de Paz y para la CIA en el Instituto de Educación Política de Costa Rica, creado por la CIA a través de Pepe Figueres, Sacha Volman, Rómulo Betancourt, Muñoz Marín y toda esa generación de bastardos demócratas adocenados.

“La izquierda dominicana y la CIA” es el titular con que “El Nacional” y su canalla director Radhamés Gómez Pepín (el criminal Jack el Destripador) le colocan al artículo de Eric Chester, publicado el 28 de julio en la Pág. 20 de la asquerosa letrina esa que es “El Nacional”, propiedad del empresario-explotador y representante del capital negrero español y del Opus Dei, la sagrada mafia católica, Pepín Corripio.

Es el colmo de los colmos y la más descarada infamia, fruto de una intrínseca condición degenerada que los empuja a la más baja calumnia y a vivir cocinando intrigas para ser difundidas y perseverar en su interés en crear confusión en el seno del pueblo dominicano, eso de atribuirle las canalladas de Bosch, Peña, Viriato y Antinoe Fiallo y hasta del mismo tirano alimaña Joaquín Balaguer a las izquierdas, nombre genérico con que se denomina a la más extensa gama de luchadores revolucionarios contra el imperialismo norteamericano y su yugo expoliador y saqueador de los países de América del Sur, Centroamérica y El Caribe.

Bosch Gaviño, desde su llegada al país, se esmeró en destacarse como el más intransigente enemigo de eso que se denomina izquierda en general y en particular de los del movimiento socialista marxismo-leninismo en República Dominicana.

Por ejemplo, cabe destacar que a raíz de la invasión que ordenara John Fitzgerald Kennedy contra Cuba, conocida como la de Bahía de Cochinos, en el 1963, la postura de Bosch Gaviño consistió, no en rechazarla ni en condenarla como un acto grosero de carácter imperial y de intervencionismo, sino alegar que el error del gobierno norteamericano, y de Kennedy en particular, consistió en no buscar que esa intervención fuera una acción colectiva y del conjunto de los gobiernos latinoamericanos, que gustosamente habrían participado en la misma, garantizando su éxito, como por ejemplo hubiese sido la participación de su gobierno.

Así están tanto sus palabras del 30 de marzo en Santiago, como su actitud represiva y persecutoria contra el 14 de Junio, a cuya dirección le faltó hasta el grado de la orfandad la dignidad necesaria respecto a ese agente de la CIA que es Juan Bosch.

Sobre todo, hasta cuando Bosch elabora su tesis bonapartista y típicamente mussolinista-franquista de la Dictadura con Respaldo Popular, no es posible ni de juego cargar sobre el movimiento de izquierda dominicano, las actitudes y veleidades en su conducta ambivalente y de espía innegable tanto de Juan Bosch como de Peña Gómez.

Volver a la Página Principal