Servio Tulio Castaños Guzmán de tal palo tal astilla como agente de la Iglesia Católica y el Opus-Dei

 

Servio Tulio Castaños Guzmán, es uno de los tres hijos del funesto Julio César Castaños Espaillat (boca de terina), que sigue los pasos como herencia nefasta de este último, como agente de la Iglesia Católica-Vaticano y por lo que ocupa el puesto de Vicepresidente de Finjus, que es uno de los círculos o grupos de presión de la Iglesia Católica y el Opus Dei, y que es financiado por el representante del capital usurero y bancario Alejandro Grullón, demostrando así la absoluta validez de lo “de tal palo tal astilla”.

Resulta la declaración del Vicepresidente de Finjus, Servio Tulio Castaños Guzmán, tan pueril como ridícula, amén de que sirve para demostrar que su interés es ocultar en qué y por qué es una burda mentira y un vil engaño lo del usurpador Jorge Subero Isa al concurrir al órgano periodístico vocero de la mafia bancaria de Baninter, Ramón Buenaventura Báez Figueroa y de la Iglesia Católica, S. A., que es el Listín Diario, a decir que su justicia es total y absolutamente independiente.

Como buen discípulo de los jesuitas, que aquí encabezan y pautan las siniestras actividades del Opus Dei, Servio Tulio Castaños Guzmán empieza mencionando en su reparo a la peregrina afirmación del usurpador Subero Isa que, citamos: “Existe una percepción en toda la población de que a lo interno de la Suprema Corte o del Poder Judicial no es lo suficientemente independiente ni diligente”.

Y Servio Tulio Castaños Guzmán, maniobrando maliciosa y vilmente, no sólo reduce, minimizando, el contenido de la percepción del rechazo del pueblo y la sociedad dominicana a las patrañas anti-democráticas y anti-nacionales de agentes de los consorcios monopolistas extranjeros de Subero Isa y su asociación de malhechores, cuyo estado mayor se refugia en las alturas de la Suprema Corte de Justicia, que si se le compara con las cuestiones de peso resultan asuntos relativamente triviales, como eso de que no es lo suficientemente independiente en abstracto, ocultando que son los bancos, los Alejandro Grullón, aún el mismo Ramón Buenaventura Báez Figueroa, la Iglesia Católica y el Opus Dei, el Embajador norteamericano Hans Hertell, la directora de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID), Elena Brinneman, etc., quienes ordenan y disponen las sentencias tanto en la misma Suprema Corte como, a través de ésta, en todas las instancias inferiores y en todos los niveles y estratos del Poder Judicial.

Con la perversidad como astilla de aquel venenoso palo, curtido por las infamias sistematizadas de los nefastos intereses a los que sirve, Servio Tulio Castaños Guzmán apela al caso muy sensible, por la monstruosa componenda hacia los pedófilos y degenerados que cometieron los actos de violación prostitución y aberración de más de 200 niños en Higüey, y fueron declarados, por la justicia independiente del incalificable Subero Isa, inocentes con un “No ha lugar” escandaloso.

Si bien esa desafortunada sentencia a favor de la impunidad es reflejo de la podredumbre imperante en la Judicatura usurpada por Subero Isa y su banda que detenta el Poder Judicial y es de por sí reveladora de la podredumbre y las extrañas fuerzas que amarran y disponen a su antojo de los tribunales, esto no es en sí la dependencia en que se debate el Poder Judicial, sino que la sentencia de marras es sólo un efecto, una secuela, de los factores de los que depende la Justicia dominicana, por lo que lo menos que tiene ésta a su favor es que pueda ser siquiera algo, un poquito, independiente.

Como la odiosa sentencia del juez Sánchez Carpio en Higüey, abundan otras del mismo talaje, como la que busca exculpar al comprobado homosexual ex-Vicealmirante Lora Salcedo, so pretexto de que la acusación sobre éste por la muerte de una pareja de esposos, junto al cura Meregildo Díaz, persigue dañar a las FF.AA., cuando en realidad se dañan éstas a sí mismas cuando anidan degenerados y monstruos de la talla de canalla que es Lora Salcedo, y todo bajo la bendición de la Iglesia Católica y el tutelaje con que ésta cercena y castra toda la soberanía estatal de la nación dominicana.

Pero esas sentencias inicuas hablan y dicen que hay una podredumbre de fondo en la Judicatura, pero no es la podredumbre la que determina que se trata de una justicia falsa, secuestrada, acomodaticia y unilateral, edificada sólo para beneficiar a los círculos de explotadores y a los consorcios monopolistas extranjeros.

Tampoco el mal de fondo lo es la falta de efectividad de la Inspectoría de la Suprema Corte sobre jueces y tribunales, como pretende reducirlo Servio Tulio Castaños Guzmán.

La falta de independencia y de moral de la Suprema, de Subero Isa y del Poder Judicial, con todos los tribunales y el Ministerio Público, que representaría supuestamente el Procurador Domínguez Brito, es que está compuesto por gente que no cree en el Estado de Derecho, que dócilmente se vende y se somete a los intereses antinacionales y antipopulares, que rechaza y vende la soberanía nacional y la soberanía estatal, por gente que responde de manera desfachatada y descarada a los intereses de los monopolios extranjeros, como se ha declarado reiteradamente el mismo Subero Isa o como son todos los jueces de la Suprema, que usurpa dicho Poder por medios tan ilegítimos e ilegales como inconstitucionales, porque es un Poder controlado y manipulado por los banqueros, por la Iglesia Católica, por la Embajada norteamericana, por la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID), por el Embajador norteamericano Hans Hertell, por el Episcopado dominicano, por el Cardenal, por el banquero inversionista mafioso de dios y Jesucristo Agripino Núñez Collado, en fin, por todos esos poderes de los que Servio Tulio Castaños Guzmán, igual que sus hermanos, Julio César y Julio Amado, son sirvientes incondicionales y judas para perseguir y dañar a los dominicanos y hasta en el ámbito de sus respectivas áreas profesionales, como mañana demostraremos que hace el llamado Julio Amado Castaños Guzmán desde el Patronato de la Plaza de la Salud del Cardenal y de la Iglesia Católica, S. A., Patronato del que Julio Amado Castaños Guzmán es Presidente, confirmando que de tal palo tal astilla, y que hijo de gato caza ratón.

 

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