El síndico pálido Roberto Salcedo derrocha presupuesto del Ayuntamiento en decoraciones para el negocio navideño

 

Varios millones de pesos sacados de las contribuciones fiscales y pagos que efectúa la ciudadanía al Ayuntamiento del Distrito Nacional, cuyo síndico es el farandulero pelegato Roberto Salcedo, han sido gastados por éste y su banda para colocar en las calles principales de la ciudad, sobre todo en las zonas de los grandes comercios y residenciales de los círculos de ricos, coronas de flores artificiales, so pretexto de una labor de embellecimiento y acondicionamiento ambiental con motivo del llamado período navideño, que es una actividad comercial donde se le da riendas sueltas a la depravación y al consumismo.

Este hecho resulta una paradoja puesto que derrochar el Ayuntamiento del Distrito Nacional tan fuerte suma millonaria de dinero en un asunto tan insignificante y trivial, cuando hay tantas cuestiones imperiosas, como el de la recogida de basura y la limpieza que, como se sabe, están en crisis una vez que por todos los lados hay montones de basuras, el sistema de drenaje es insuficiente, las calles llenas de hoyos en los barrios, etc., resulta en realidad algo peor que un derroche.

Hace poco que se dio a conocer a la opinión pública que los centros de asistencia a los ancianos, como los asilos para los mismos, se desenvuelven en las más precarias condiciones, igual que los hospitales públicos y los centros educativos públicos, por lo que eso de estar malgastando millones y millones en tales cosas, como esa de las coronas que adornan las avenidas John F. Kennedy, la Abraham Lincoln, la Winston Churchill, etc., además de derroche, es una burla.

Pero debería investigarse quiénes fueron los de la idea, pero por sobre todo los que fueron agraciados otorgándoseles el contrato millonario para la elaboración de las flores artificiales, y apostamos peso a cabo’e túbano, que fue a caer en manos de los mismos círculos de come-solos pelegatos de siempre, como los de la publicidad y las decoraciones de Margarita Gómez y comparsa.

Y es ante cosas como éstas que se quitan las caretas hasta esos honorables periodistas venales al servicio del parasitismo y las malas costumbres, que salen, dando prueba de su real mala catadura, en alabanzas de acciones de derroches y abusivas contra los contribuyentes, como los de las coronas navideñas para esas calles suntuosas, con las que pretende ocultarse el otro mundo de penurias y miserias, que es la verdadera realidad dominicana.

 

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