ENTREVISTA A LUIS MONTAS, PRESIDENTE-SECRETARIO GENERAL DEL PACOREDO La “semana santa” y como deben asumirla y entenderla las personas con sus mentes libres, amantes de la verdad, la cultura y la ciencia
La Voz del PACOREDO.- Sería iluso pensar que no íbamos a querer aprovechar lo que los católicos cristianos, apéndices de la trasnacional religiosa Vaticano C. x A., conmemoran como la semana del viacrusis y resurrección de su dios-mito, como son todas y cada una de las diversas deidades del más allá y del más acá, llámese cielo, paraíso o infierno, y no trataríamos de ofrecerles a nuestros radioyentes una explicación o una interpretación de los sucesos y celebraciones de estos mitos católicos cristianos y vaticanistas, o protestantes, de parte de una persona cuya ilustración al respecto ha sido amplia y exuberantemente demostrada, y esa persona no es otra que el Presidente y Secretario General de nuestro Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO) y director ejecutivo de este programa, que comprobadamente seduce, como fuente inagotable e inconmesurable de conocimientos e informaciones, a cada vez más hombres libres dominicanos y extranjeros, amantes de la cultura y de la ciencia. Pues, sin más preámbulos aquí tenemos al camarada Luis Montás. Nuestros saludos fraternales y de hermanos de lucha e irreverencia frente al imperialismo, al capitalismo, al neoliberalismo y a todos los explotadores y opresores del pueblo y de las masas, así como propagandista y agitador político e ideológico incansable contra el oscurantismo esclavista del catolicismo, el cristianismo en general que es, ciertamente, la peor droga y estupefaciente, alucinógeno y paralizante de la energía y la voluntad de los pueblos de América Latina. Luis, el Cardenal católico ha lanzado rayos y centellas contra quienes emplean esta semana para gozar y expandir su espíritu, así como soltar sus caudales adormecidos de energía humana. ¿Qué le parece a usted todo eso, que recoge la prensa diciendo que llamas de fuego suelta el cardenal católico Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez?
Luis Montás.- Bien, un saludo a todos los radioyentes de este programa, que es La Voz del Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO). Gracias por haberme invitado para que vierta mi opinión personal sobre este asunto que llaman la semana santa, el viacrusis, crucifixión y resurrección del mito llamado Jesucristo. Ante todo, respondiendo directamente la parte última de su interrogante, debo decir que contrariamente a lo que proclama y reclama el Cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, la población, haciendo uso de su condición de seres humanos, debe emplear esta semana para disfrutar al máximo, para poner en juego sus energías acumuladas y lograr así un esparcimiento que el sistema capitalista le impide, puesto que esa población está sometida a la más bestial y descomunal explotación, opresión, que no le permite tener sosiego de ninguna índole. ¿Por qué nosotros llamamos a la población a que disfrute todo lo que pueda y lo más que pueda de esta semana santa? Que vaya a la playa, que se beba sus tragos, que celebre, que baile, que cante. Simple y llanamente hacemos esto, no como una manera de mortificar a ese hipócrita perverso, que es el representante de la Arquidiócesis de Santo Domingo, el cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez y su contingente de zánganos obispos y sacerdotes, sino porque, efectivamente, nada es más humanista que el socialismo, nada tiene más contenido humano que el marxismo-leninismo, y nadie más que los comunistas celebramos y conmemoramos que el hombre pueda poner en juego todas las virtudes y cualidades que le acreditan su condición de seres humanos. El humanismo para nosotros es una realidad puesto que nosotros entendemos que la finalidad suprema del hombre es buscar la solución de sus problemas, alcanzar la felicidad y su elevación, tanto cultural como espiritualmente. Son los defensores de todas esas vagabunderías religiosas y todas esas confesiones religiosas, como la católica, la evangélica, la anglicana o la musulmana, los que entienden que su deidad imaginaria e inventada, como instrumento de las fuerzas de la opresión y la explotación, crearon al hombre para que éste le rinda pleitesía y para que éste, simple y llanamente, satisfaga sus ímpetus y sus ansias de ser adorado. Eso de hecho sólo sirve para demostrar que por la vía de la religión el hombre solamente puede encontrar la esclavitud y el sometimiento a deidades que en realidad son instrumento de las clases explotadoras y opresoras; en eso no hay términos medios. Ahora bien, el Cardenal ha recurrido a interpretaciones fanáticas, llamando a que los católicos se armen de machetes para ir a proteger sus templos, tomando como pretexto que unos vándalos o desaprensivos han entrado a una iglesia en Capotillo y se han robado inodoros, se han robado santos y demás cosas para ellos sagradas. Realmente, si la población hoy en día está llegando al punto de atreverse a penetrar en sitios que anteriormente consideraba sagrados y por los cuales guardaba cierto respeto, como son las iglesias y los templos, tanto católicos como evangélicos, simple y llanamente es, entiéndase bien, un indicio de que la gente se está liberando del engaño y de la estafa cristiano-religiosa; que la gente se está dando cuenta que la Iglesia Católica y el cristianismo es un instrumento solamente de los explotadores. Efectivamente, la población ha venido comprobando que la Iglesia Católica, a través del Concordato, el Vicariato Castrense y el Patronato Nacional San Rafael, le ha usurpado y estafado, es decir robado, todas las conquistas y posibilidades de usufructuar las riquezas nacionales, para esa Iglesia atesorarlas como recursos propios y enviarlas al Vaticano, reforzando las cadenas y los eslabones de opresión y explotación sobre el pueblo. Por esa razón, sectores de la población que poseen una mentalidad, un nivel de conciencia primario, y que recurren al robo como medio de supervivencia, puesto que no se puede olvidar que la propiedad es un robo, tal y cual demostró Proudhon, y como efectivamente puso de relieve Carlos Marx, pues esa población recurre al robo por la extrema necesidad, por el extremo envilecimiento de que ha sido víctima, por parte del imperialismo, de los explotadores, de los opresores y particularmente de la infamia y de la condición parasitaria de la Iglesia Católica. Que no nos andemos con rodeos, el Cardenal ha sido incluso responsable directamente del baño de sangre que al pueblo dominicano le han dado las fuerzas policiales con los escuadrones de la muerte desde el año 1996 hasta la fecha. Fue el Cardenal quien insistió, junto con esa rata del periodismo llamada Radhamés Gómez Pepín, en que había que recurrir al fusilamiento implacable de todos los delincuentes barriales, simple y llanamente por delitos menores, por encima de Constitución, por encima de leyes, por encima de la necesidad de preservar la paz pública, estos personajes, particularmente el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez (Hildebrando Borgia, que son los espíritus que él lleva encima) desataron esta criminal orgía de criminalidad y de violación a los derechos humanos, irrespetando leyes y Constitución e imponiendo la pena de muerte sin estar legalizada por la Constitución ni por ley alguna en este país. El que siembra vientos tiene que cosechar tempestades y parece ser que la tempestad hace tiempo que empezó a estallar y ya está amenazando hasta a la misma Iglesia y a sus encopetadas figuras jerárquicas, que han vivido parasitariamente abusando, atropellando, matando, violando niños en este país. Si en el año 1960 campesinos ignorantes se atrevían, por fanatismo, a concurrir con machetes a defender la catedral de La Vega y hoy no lo hacen es, simple y llanamente, como un síntoma de que hasta las masas campesinas, que se caracterizan por su ancestral ignorancia, se dan cuenta que el cristianismo, el catolicismo o el protestantismo son, simple y llanamente, un negocio y como tal lo ven. Las palabras del Cardenal a favor de aquel obispo de La Vega que, efectivamente, como él dice, en el año 1960, después de haber obtenido la Iglesia el testamento de Trujillo a su favor con el Concordato, el Vicariato Castrense y el Patronato Nacional San Rafael, y la Iglesia habérsele rebelado a Trujillo puesto que ya tenía lo suyo asegurado, esa situación es interpretada de manera infantil y como todo un ignorante por el Cardenal, porque, ciertamente, nuestro juicio sobre este personaje es que él no come yerba porque no lo han amarrado con una soga cerca de pangola, de yerba africana o yerba páez. Y estamos seguros que una persona tan primitiva, tan salvaje como él y tan ignorante como es el cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, si lo amarran cerca de yerba se la come y cuando se le acabe la que está al alcance de su jocico, muerde la soga y se suelta para seguir comiendo yerba hasta dejar yermo el potrero. Simple y llanamente lo que estamos viendo es, y lo que se está conmemorando es, el inicio de la primavera. No hay tal semana santa, ni hay tal viacrusis, ni hay tal crucifixión, ni hay tal resurrección ni hay tal Jesucristo ni hay tal hijo de dios. Todo esto es un invento. Desde tiempos inmemoriales las civilizaciones, que son las sociedades que ya poseen un sistema de escritura y cierta reglamentación en su vida, vienen conmemorando el inicio de la primavera, puesto que la primavera es el momento culminante de reproducción de la naturaleza, de la cual procede el hombre y eso ha sido tergiversado y manipulado por la Iglesia Católica y el cristianismo, como es el caso de que la fiesta de Luperco, que era celebrada hace muchísimos años, muchísimos siglos atrás, la Iglesia la transforma en la fiesta de San Valentín. La fiesta de Luperco era una gran orgía, un gran carnaval, que se efectuaba en Roma, en busca de la fertilidad de la tierra y de los seres humanos, incluso relata la antropología que ha estudiado ese fenómeno, que en ese Carnaval, aquellas mujeres infértiles se lanzaban a las fiestas de Luperco y eran golpeadas con las vejigas de los diablos cojuelos, hechas de los testículos de perro y de cabra, entendiendo que esos golpes con aquellas vejigas desencadenarían la fertilidad ausente. Es luego un Papa quien prohíbe la fiesta de Luperco y la convierte en la fiesta de San Valentín. Así las cosas, la humanidad siempre ha celebrado la fiesta de primavera, porque es el momento que marca el haber dejado atrás las crueldades del invierno, para entrar de nuevo en el período en que pueden dedicarse al pastoreo, a la recolección de frutos y a la pesca, cosas que eran completamente imposibles o difíciles de hacer en el período de invierno. La Iglesia la transforma en la muerte y resurrección del supuesto hijo de dios, el supuesto hijo de María, pero ¿quién es María? María es la naturaleza. María en hebreo es, simple y llanamente, princesa, por tanto, el supuesto hijo de María, que es el supuesto hijo de dios no es nadie, a mucha pena se puede decir que representa el hijo de la naturaleza, el hijo de la fertilidad de la naturaleza que se repite cada año al pasar el invierno y empezar la primavera. Es la fertilidad de la diosa naturaleza, y eso ha sido apropiado por la Iglesia Católica y arrebatado a las culturas paganas para entronizarlo como supuestamente su semana mayor y la semana del vía crucis, crucifixión y resurrección de su mito llamado Jesús o Cristo. Invenciones todas, como el mismo Pablo de Tarso es una invención, es una fábula con la que se ha oprimido y se ha aplastado a la humanidad durante 2,000 años. Es decir que cuando el Cardenal arremete sus ataques en contra de aquellos personajes que, tratando de hacerle el juego a toda esa mitología, hablan de que Judas no fue el traidor sino que fue un chivo expiatorio, llamándoles ignorantes a esas personas, la población dominicana debe saber que esos que hacen ese estudio, ciertamente que son defensores y seguidores de creencias mitológicas, iguales pero contrapuestas a la del cristianismo, son los gnósticos, movimiento al cual se vincula a Jesús, pero que realmente los gnósticos son un movimiento mucho más avanzado y más culto que el movimiento del Qumrán, del que surgiría el cristianismo, puesto que el movimiento gnóstico que aparece en Grecia en el siglo III y IV antes de esta era, representa el empeño de aquellos primeros filósofos y aquellos primeros sabios por encontrar las verdades ocultas en los fenómenos de la naturaleza y de la vida. Los gnósticos representan la fuerza más progresista de la antigua Grecia y del antiguo Medio Oriente. El cristianismo surge como consecuencia del movimiento más salvaje y más atrasado, que se desprende del judaísmo como Qumrán y se dedican a ser pueblos errantes en los desiertos del Medio Oriente porque se niegan a aceptar las influencias del helenismo griego, por eso, obsérvese bien que todos los llamados profetas, neuróticos todos, como Juan el Bautista, como tantos otros, vienen siempre del desierto, porque real y efectivamente a lo que se está haciendo referencia es a ese grupo de personas que se desprende de la comunidad judaica en rechazo a la influencia de la cultura griega que llegó a su máxima expresión con Alejandro Magno en el siglo IV antes de esta era y se lanzan a ser beduinos errantes y a vagabundear por los desiertos. Así, el cristianismo, que quien lo crea es Pablo de Tarso, primo hermano de Herodes el Antipas, primo hermano del personaje sobre el cual se crea el mito de Jesús, porque Pablo de Tarso habría nacido de la hija de la princesa María II, Marianna, que fue la quinta esposa de Herodes el Grande; Cipros es el nombre que correspondía en español, en hebreo tendrá otro sonido, fue la princesa que parió a Saulo Paulo, del cual se constituye el mito de Pablo. Pero que no es ni siquiera el Pablo de Tarso que conocemos en las epístolas ni en el nuevo evangelio, porque este personaje corresponde a un personaje sincrético, inventado o epónimo, construido sobre la base de los evangelios, que habrían sido creados y estructurados cuatro siglos después de la época en que se dice que nació, vivió y murió el mesías, o sea, el cristo. Por tanto, estamos hablando de disparates, que no hay otra calificación que se ajuste a esa triste realidad oscurantista. De ahí que el Cardenal, cuando arremete reivindicando el personaje Judas, no hace más que dar una exhibición de ignorancia perversa, porque no es la ignorancia por falta de conocimientos elementales, sino es la ignorancia deliberada porque saca beneficios y vive parasitariamente de la humanidad a costa de la misma, de esa perversa ignorancia que llaman catolicismo, cristianismo, protestantismo y religión. Esa ignorancia es la que nosotros resaltamos que constituye la base de sostén del cristianismo y de toda religión. Por esa razón nosotros recalcamos que la mejor manera en que el pueblo dominicano, como todos los pueblos de América Latina, en un gesto de emancipación espiritual y de anuncio de que llegará el momento un día en que echaremos todas esas falsas creencias en el zafacón de la historia y de las cuales nos burlaremos, y de las cuales nos reiremos, y de las cuales también nos avergonzaremos, cuando la América Latina y sus pueblos se liberen de la explotación del hombre por el hombre, del imperialismo, del oscurantismo cristiano católico y protestante, y la humanidad de América Latina, las poblaciones de América Latina se atrevan a tomar su destino en sus propias manos y reivindiquemos el humanismo, que es el producto más elevado de la naturaleza, porque el hombre es lo más importante y lo más elevado de la naturaleza, que no es creación de ninguna deidad llamada dios, ni ninguna pendejada por el estilo. Simple y llanamente el hombre es un producto de la evolución de la materia eternamente en movimiento y que pasa de lo simple a lo complejo, de lo inorgánico a lo orgánico, lo cual se verifica a través de un proceso de evolución y de transformación, muchas veces por medios violentos, porque la naturaleza, igual que las sociedades, se desenvuelve a través de cataclismos, a través de revoluciones, geológicas, antropológicas y como fuere. Si aquí hay un ignorante perverso, en este caso es el representante de la Iglesia Católica, que se llama Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez. La población que no le haga caso, que haga fiesta, que beba, que se emborrache, que goce, que mande pa’l carajo todas esas falsas creencias, y diga: ¡Qué viva el hombre! ¡Qué viva la humanidad! ¡Está bueno ya de tanta ignorancia y de tanto oscurantismo!
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