Campaña contra la autodeterminación de Irán de parte de Estados Unidos y la troika europea de Francia Inglaterra y Alemania

Nos han remitido a nuestro e-mail, desde el extranjero, un interesante comentario elaborado en Moscú, respecto al terrible peligro que para la paz mundial representan los intentos del gobierno genocida de George W. Bush de agredir a Irán que, como todos los países grandes en vías de desarrollo, buscan aprovechar la tecnología nuclear, y lo que a su vez se convierte en un asunto de interés e importancia para los imperialistas del mundo, en particular de los EE.UU.,  que insisten en creerse los dueños del mundo y que en éste no pueden moverse ni las hojas de un árbol si a ellos les causa molestia o sospechan que ello pueda obstaculizar sus futuros planes de subyugamiento y dominación sobre el país que busca, y tiene derecho, a su propio desarrollo, así como a su autodefensa en un mundo que, irremisiblemente sigue, igual que en el siglo XX, dividido entre un puñado de países imperialistas desarrollados, de un lado, y del otro lado un montón, por no decir casi la totalidad de los países de una u otra forma subyugados, oprimidos y sometidos por las potencias imperialistas, en particular y por sobre todo como lo son los EE.UU. y su gobierno genocida de George W. Bush.

Los pueblos del mundo, incluido el nuestro, República Dominicana, compuesto por todos nosotros, negritos, afro-americanos, caribeños, según los imperialistas y sus aliados de las transnacionales de las basuras religiosas católicas cristianas buenos para nada, por lo que deberíamos consagrarnos a idolatrar a sus deidades imaginarias que es a lo que llaman dios, los pueblos del mundo, repetimos, debemos desechar esos disparates y darnos cuenta de que, definitivamente, el imperialismo y sus designios de dominación y subyugamiento mundiales nos perjudican a todos.

El caso de lo que EE.UU. busca contra Irán, no cabe duda que concierne a todos, y por ello desearíamos que cada dominicano tuviese un conocimiento lo más cabal posible de esta peligrosa situación para la humanidad.

A continuación, pues, les ofrecemos el informe comentario sobre el mismo:

Una nueva nube atómica se está cerniendo sobre el mundo y, como en ocasiones anteriores, no son muchos los que advierten la terrible amenaza. Por el contrario, como en una ronda bursátil, se especula con cifras, volúmenes y precios, contraponiendo la destrucción nuclear al hambre energética y a los ataques terroristas.

Tras la frustrada reunión en Moscú, sostenida hasta el día 20 de abril entre los vicecancilleres de Rusia, China, Estados Unidos y la “troika” europea: Francia, Alemania e Inglaterra, la mejor versión de las herméticas deliberaciones ha sido que la discusión sobre el problema atómico iraní se continuará en mayo, luego que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas analice el caso.

La peor versión es la insistente presión norteamericana para que la ONU adopte sanciones que lleguen hasta una intervención armada similar a la de Irak, so pena de actuar en solitario y con armamento atómico “táctico”. Alguien algún día explicará qué significa un arma nuclear táctica y qué ocurre cuando se arrojan -como se planea- hasta mil de esas bombas sobre los depósitos nucleares subterráneos iraníes.

Poco después de Chernobyl el ruso Roald Sagdéiev y el norteamericano Carl Sagan, modeladores del “efecto invernadero”, explicaron fehacientemente qué significaba para el continente europeo una reacción en cadena desatada a partir de un simple fallo en algún reactor de alguna de las centrales atómicas funcionando en Europa.

Los fundamentos expuestos por los “estrategas” norteamericanos aducen que las 500 bombas de demolición suministradas por Israel y utilizadas en Irak cuando se “cazaba” a Bin Laden (¿se acuerda alguien de él?), las terribles BL-109, fueron de efectos limitados. Proponen, en cambio un bombardeo preliminar de saturación para destruir todo medio antiaéreo iraní y luego descargar las B61-11 nucleares.

A su vez, el presidente Muhamad Ahmadinedjad, tras anunciar los ensayos de poderosos misiles de medio alcance e invisibles torpedos, reitera una y otra vez su pertenencia al “club nuclear”, advierte que “cortará las manos” de quienes osen agredir a Irán y convoca a exterminar a Israel. Ante los estudiantes de Teherán acaba de anunciar la instalación de una centrífuga más poderosa, la P-2, capacitada para mejorar el enriquecimiento de uranio, paso previo al arma nuclear, si tal es el propósito. Aunque los expertos militares rusos afirman que, de ser ese el
objetivo, no se podría concretar antes de 2009.

Pero la especulación de Teherán tiene dos vertientes: una es la inevitable ola de solidaridad e indignación que provocará en todo el mundo el uso de armas expresamente prohibidas por los tratados internacionales, y en especial en el mundo islámico, que se perderá por completo para Washington. Esto podría acarrear una ola de atentados en el Medio Oriente, en Europa Occidental y en los Estados Unidos de inimaginables consecuencias ya que Irán conserva “dormidas” organizaciones terroristas de alcances mundiales como Hezbollah.

La otra vertiente es el petróleo. Como siempre ocurre, en algún punto ambas vertientes se entrecruzan. Los flamantes torpedos “invisibles” colocados a lo largo de los 50 kilómetros del estrecho de Ormuz pueden desbaratar por completo el tráfico de tanques en la principal vía mundial de exportación del crudo.

El precio récord de más de 74 dólares el barril del Brent, la marca del norte europeo que define las cotizaciones del crudo en el mercado de Londres, es un clarísimo reflejo del temor especulativo de los principales operadores en hidrocarburo. Y explica la determinación de Tony Blair, ya anunciada a su colega norteamericano, de no participar en las operaciones militares contra Irán. Por primera vez, el Brent ha superado la cotización del WTA, el petróleo intermedio
texano y esto se debe a que Irán, el segundo exportador mundial, es el primer abastecedor de crudo en Europa.

Ahmadinedjad acaba de proponer, en una reunión internacional petrolera que se celebró en Teherán, que la OPEP fije un precio preferencial para los “países pobres”, que necesitan de la materia prima energética. Al mismo tiempo, advirtió que “los precios mundiales del petróleo todavía no alcanzaron sus indicadores reales”. Denunció que “los subproductos petroleros se venden a precios decenas de veces superiores al valor fijado por los países productores. El beneficio real de esto es obtenido por los países económicamente desarrollados”. Suena parecido al llamamiento efectuado no hace mucho tiempo atrás por el presidente venezolano Hugo  Chávez, con respecto tanto a la ayuda a los países emergentes, como al precio del petróleo, cuyo valor todavía no está en su exacta dimensión.

En esa misma reunión, el presidente del Parlamento Nacional de Venezuela, Nicolás Madura, afirmó que “Venezuela nunca dejará a Irán en soledad”. Algo más contundente ha sido el jefe del Estado Mayor ruso, el general Igor Baluevski, quien acaba de anunciar que se cumplirán estrictamente los suministros de armamentos a Irán. Entre ellos, y por una suma superior a los mil millones de dólares, el novísimo equipo misilístico antiaéreo “Tohr M-1”, destinado a destruir misiles crucero, bombas teledirigidas y otros tipos de armas de alta precisión lanzadas desde aviones.

Se planifica suministrar a Teherán hasta 30 de estos equipos para proteger los más importantes objetivos estatales y militares, en primer lugar los nucleares en Isfahan, Busher, Teherán y la región oriental del país.

Entre otras cosas, en Moscú, el Kremlin acaba de negarse a satisfacer la exigencia de Washington, de paralizar las obras de la central atómica de Busher, que están a cargo de empresas rusas y su canciller, Serguéi Lavrov, se lo ha confirmado telefónicamente a su par iraní.

De todas formas, el mismo general Baluevski ha suavizado la posición rusa, al afirmar que su país conservará la neutralidad en un eventual conflicto bélico entre los EE.UU. e Irán. “Es algo que no admite segundas lecturas y yo hablo como jefe del Estado Mayor General, el hecho de que Rusia no habrá de ofrecer la utilización de sus fuerzas armadas a uno o a otro actor beligerante”.

Empero, está claro que Moscú impulsa a Kirguizia, la ex república soviética del Asia Central lindera con Irán, a mantener la dureza en sus negociaciones con Estados Unidos por la permanencia de la base aérea norteamericana en Manas. Bishkek le reclama a Washington un aumento del alquiler de esas instalaciones, de 40 millones de dólares anuales… a 250 millones.

También es un indicio de la incipiente solidaridad islámica, que igualmente se está reflejando en el endurecimiento de las negociaciones norteamericanas con Turquía, precisamente por el establecimiento de otra base aérea y un puerto en su territorio.

Empeñado a toda cosa en la campaña contra Irán, el presidente norteamericano Bush está dispuesto a hacer concesiones a quienes puedan respaldarlo. Incluye esto, precisamente, a los ex países soviéticos del Asia Central. Washington parece que no ha comprendido todavía que entre esos países y Moscú existen lazos inclusive invisibles que son infinitamente más poderosos que las concesiones que él pueda hacer.

Entre otras cosas, no menores, el transporte y comercialización en el mercado mundial a través de ductos rusos, del petróleo y del gas kazajo, turkmeno, uzbeko, o de la energía eléctrica tadzhika. En Pekín se celebra, en estos días, la reunión de la  Organización de Cooperación de Shanghai (OCSh). Son sus miembros plenos Rusia, China, Kazajstán, Tadzhikistán, Uzbekistán y Kirguizia. Una reforma ya prevista en sus estatutos permitirá acceder al pedido de membresía de los actuales países-observadores: Irán, Pakistán, India y Mongolia.

El objetivo de la OCSh es mantener la seguridad de la región, responder solidariamente a la agresión exterior y conformar un accionar unido en la lucha contra el terrorismo. Hoy, el representante de Teherán afirmó que “la República Islámica de Irán considera a los países-miembros de la OCSh y a los estados-observadores en la organización como sus mejores amigos”. No es una declaración formal, claro.

Los rusos afirman que “el Oriente es cosa fina”. Lo saben. Son milenios de trato cotidiano que avalan esta definición. Una vez más, acaba de destacarse esto en la visita que efectúa el mandatario chino Hu Tsintao a los Estados Unidos. Visita no oficial dado que el gobierno norteamericano está irritado por la competencia económica de los baratos productos chinos.

No obstante esa frialdad en el trato, Washington ha dejado correr la versión de que estaría dispuesto a negociar la independencia de Taiwán, la isla nacionalista sobre la cual China reclama soberanía, por el respaldo chino a una acción bélica sobre Irán. No se apercibe la diplomacia norteamericana cuán profundos son los lazos regionales, que por ejemplo prevén la explotación china de los grandes yacimientos del sur de Irán, en conjunto con el gigante ruso “Gazprom”, que se encargaría del trazado del correspondiente ducto.

Pese a que en su reunión de mañana jueves George W. Bush piensa convocar a su colega chino “a la realización de profundas reformas en la esfera de los derechos humanos”, Hu mantiene importantes reuniones con los círculos empresarios estadounidenses, comenzando por Bill Gates, dispuesto a atraerlos para su participación en grandes proyectos industriales.

Y ha preparado, para regalarle a Bush, un viejísimo libro chino sobre el arte de conducir guerras.

 

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