Los turones Miguel Franjul y Ruddy González del Listín Diario usurpado por los delincuentes financieros después de éstos decretar la erupción de la miseria y la pobreza de todo un pueblo con sus estafas bancarias, ahora quieren pretender que la medicina privada se ejerza como beneficencia

 

Resulta que nada menos y nada más la letrina periodística “Listín Diario”, cuya propiedad es usurpada por el clan de estafadores de ahorrantes y depositantes bancarios, don Báez Romano y su hijo, Ramón Buenaventura Báez Figueroa, dos adalides del fraude bancario y delincuentes financieros y bancarios, que cuentan en su haber la hazaña de los 2 mil millones y pico de dólares llevados entre sus uñas y pezuñas, efectuada dicha hazaña a nombre del neoliberalismo y la privatización absoluta de todos los servicios sociales como la salud, la educación, el transporte, la electricidad, la atención de la vejez, la cuestión de las pensiones, etc., etc. y etc., lo que una vez impuesto en toda la línea de la vida nacional ha acarreado un carnaval permanente e ininterrumpido de desgracias y sufrimientos de todos los tipos y colores para la población criolla en general, cuadro catastrófico que se resume en un crecimiento incontenible de la pobreza y la miseria, hasta el punto de que el mismo cínico e inepto presidente Leonel Antonio Fernández Reyna, en quien compiten cabeza a cabeza ambas actitudes, se ha visto obligado, en su diarrea demagógica, a tener que admitirlo, resulta que ese mismo “Listín Diario”, cuya elaboración y pauta en su orientación la trazan e imponen los turones del periodismo venal y mercenario, Miguel Franjul y Ruddy González, se proclama escandalizado por el hecho de que en las clínicas privadas se cobren las emergencias, así como que todo paciente deba consignar la responsabilidad económico-financiera, que es el pago de la clínica privada.

Parece que, incluso persiguiendo fines inconfesables, o cumpliendo una labor gangsteril de chantaje y extorsión, como baluarte del ejercicio del periodismo venal con carácter de mercenarismo miserable, se ha dispuesto a no detenerse siquiera ante la osada campaña de calumnias e infamias contra los centros privados del ejercicio hospitalario y los servicios médicos, publicando recientemente que en una clínica privada de la capital se le negó la asistencia médica de emergencia a un moribundo, fruto de una fatal herida de arma de fuego que le cercenara la arteria aorta del cuello.

Miguel Franjul y Ruddy González, los dos turones de este tipo despreciable de tan adocenado como vil ejercicio del periodismo, editorializaron lanzando acusaciones criminales sobre el centro médico privado que, según su editorial, había incurrido en el grave error de dejar morir al herido, sin antes dignarse a ofrecerle la atención debida ante un caso de emergencia. Así, se crucificó a la clínica, sin mediar siquiera la más elemental averiguación de si aquello era o no en verdad cierto.

Como esas palabras editoriales de esa caverna inmunda de la infamia anti-nacional eran una directa y pormenorizada acusación, la clínica privada tan alegremente acusada de entrada, quiso limpiar su imagen de lo que ha quedado como una monstruosa falaz acusación, contraria total y absolutamente a la verdad, y la clínica privada ha presentado que en ningún momento se negó a prestarle el servicio de emergencia al moribundo, el que fue operado de emergencia por el equipo de cirujanos de la clínica y que el herido de gravedad, luego de operado, fue trasladado y ubicado en la sala de cuidados intensivos, lugar donde finalmente falleció.

Pero el grupo de inversionistas en el sector de los servicios médicos agrupado en la Asociación Nacional de Clínicas Privadas (Andeclip), al mismo tiempo reafirmó que su actividad es, como todas las actividades de la sociedad de mercado, consagrada por la Ley de Salud, una actividad de carácter comercial, en donde se ofrece y se intercambia, bajo el signo inequívoco de la compra y la venta por medio del dinero, servicios médicos y de salud en procura de ganancias monetarias, que al parecer es lo que los detentadores, por medio de la usurpación al país y a la sociedad de la propiedad de la sentina de pudrición que es el “Listín Diario” a través de los Báez Romano y Báez Figueroa, que han desfalcado de arriba hasta abajo a la totalidad de la sociedad y el Estado nacional con más de 2 mil millones de dólares, que al nivel del cambio actual con el peso dominicano se está hablando de más de 70 mil millones de pesos, partiendo todo de la implementación del neoliberalismo, la privatización de todas las actividades sociales, en particular de las áreas de salud, los servicios médicos y hospitalarios, pretenden que las clínicas privadas dejen a un lado el carácter comercial de sus actividades y en cambio practiquen la filantropía, la beneficencia o si no, que apliquen, contrariamente al régimen capitalista neoliberal -o sea, el salvaje capitalismo- un socialismo que todos ellos en conjunto condenan y aborrecen.

Al parecer el hilo de la trama contra el sector de las clínicas privadas es manejado desde las oficinas financieras mismas del “Listín Diario”, cuyas riendas no descansan siquiera en las manos ni en el comportamiento de los Báez Romano y los Báez Figueroa, sino en las oficinas del Arzobispado de Santo Domingo y cuyo incumbente no es otro que el flamante Cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, que es el cabecilla de esa mafia eclesiástica-católica-financiera-bancaria, que tiene entre sus actividades económicas, por cierto, el negocio de las clínicas privadas, siempre y cuando éstas se las regale, se las financie, se las subsidie y se las equipe el Estado dominicano, no dándole cuenta a nadie, y cada dominicano que pise sus instalaciones en busca de atenciones médicas para la recuperación de su salud, tiene que pagar un riñón y la mitad del otro, o un ojo, si quiere ser atendido o se le permita retirarse a su casa o al cementerio, esto es, vivo o muerto, que es como ocurre en la flamante Plaza de la Salud, y como se ha repetido con el abyecto caso del Hospital Metropolitano de Santiago, el ya famoso Home de Santiago, al que el gobierno de Leonel Fernández y del famoso gángster Murmullo -Dañino- Medina le regalara 43 millones de dólares, haciendo públicos unos 25 millones de éstos y los otros repartiéndolos entre los accionistas, entre los que se cuenta el hermano o medio hermano de Leonel Antonio Fernández Reyna, que fuera incumbente de Salud, Sabino Báez, que a partir de ahí tuvo que ser cambiado, y colocado en su lugar un personaje tan nefasto como ridículo, cuyas cualidades más sobresalientes no son ni siquiera de carácter político ni profesional, sino dos rasgos que sirven para retratarlo de pies a cabeza en su repulsiva figura, que es concordante y coherente con su baja contextura moral y el nefasto papel de ridículo que desempeña: Su caco reluciente como un bombillo y la nariz exactamente como una tetera de niño pobre y marginado, al que hay que mantenerle entretenido con un artefacto de esa especie de tanto empleo en nuestros medios tercermundistas.

Resulta que como los inversionistas capitalistas del sector clínica son víctimas de la competencia desleal por parte de la Iglesia Católica, en particular del siniestro Cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, que hace de propietario de la Plaza de la Salud, recibiendo mensualmente 30 millones de pesos de subvención, mientras que todos los hospitales que eran públicos del Distrito Nacional apenas reciben de 6 a 7 millones siendo varios, amen de que esa Plaza de la Salud fue construida por el Estado dominicano, fue equipada con fondos del Estado, y está ausente del pago de impuesto sobre la renta, como tampoco tiene que pagarlo ese funesto comerciante que se encubre en una supuesta condición divina, que es el cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, como tampoco dicho centro, Plaza de la Salud, está endeudado con la implacable banca privada -¡y cómo si el gobierno le entrega 30 millones de pesos religiosamente, sin tardanza ni atraso, que al año suman 360 millones de pesos!-, no cabe duda que los inversionistas privados, que tienen que financiarse arriesgando hasta sus bienes familiares con los famosos préstamos bancarios, tienen que reclamar un cambio en las reglas del juego, como por ejemplo en los pagos de impuestos con respecto al re-equipamiento o equipamiento de las instalaciones, etc.

Y es frente a esto que el personaje de aquellos rasgos, cuyo nombre real es Juan Bautista Rojas Gómez, ex-corecato, estafador político y oportunista socialcristiano salcedense, reacciona poniéndose de lado de los que, como Miguel Franjul y Ruddy González, actuando como mercenarios y mendaces plumíferos cagatintas en acciones típicamente mafiosas de chantaje y extorsión, llenan de lodo con actuaciones falsas e inventadas por sus fétidas mentalidades contra el sector médico privado, que no acaba de aceptar lo de los privilegios onerosos y vergonzosos de la Plaza de la Salud y mucho menos lo de la mafia palaciega con el Home de Santiago, donde está Agripino Núñez Collado, el funesto empresario de dios, del Cardenal, de la Iglesia Católica y de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID), esto es, de los Estados Unidos.

En lo del Secretario de Salud, al que preferimos objetivizar diciéndole el personaje ese con el caco de bombillo y la nariz de tetera, de acreditar la trama que se expresa a través del “Listín” nada nos extraña, pues es el mismo caso de los corecatos traidores y agentes reaccionarios, que son neoliberales y vendidos al imperialismo y a la explotación y opresión del pueblo, y quieren usar un ropaje de seudo socialismo para hacer que otro cargue con las consecuencias y los resultados negativos y dañinos de sus traiciones.

 

Volver a la Página Principal