Truena el imperio, anuncia agresiones

Importante estudio de los medios y recursos con que cuenta el imperialismo y los consorcios monopolistas para lograr sus fines de opresión, explotación y saqueo

 

Nuestro correo de Internet se torna cada vez más activo y desde los más remotos lugares y las más diversas personas nos envían todo cuanto entienden puede sernos de utilidad, sobre todo para ser llevado a la población trabajadora y a los sectores democráticos y antiimperialista para coadyuvar al desarrollo de su conciencia y mantener en alto su vigilancia.

Así, recibimos un trabajo que entendemos merece ser llevado a los radioyentes y lectores de nuestro periódico, tanto en Internet como impreso, “¡Despertar!”, que arroja importantes lecciones sobre los medios y recursos con que cuenta el imperialismo y los consorcios monopolistas para lograr sus fines de opresión, explotación y saqueo.

Esta trabajo demuestra la dinámica del sistema de operación de esa reacción, que incluye prensa amarilla y periodistas venales, Iglesia y sectas religiosas y religiones, sobre todo la cristiana, tanto católica como protestantes, la instigación del socavamiento de la unidad de los pueblos, promoviendo la división a nombre de luchar contra la discriminación y el racismo, en realidad discriminando y aplicando el racismo, como es patente en el caso de la Diócesis de San Pedro de Macorís y como hacen Hartley y Ozoria en dicha Provincia, creando enclaves haitianos dentro del territorio dominicano, a la vez que les niegan a los dominicanos trabajadores el derecho a una vivienda, en tanto se las entregan a los haitianos, todo eso bajo la argumentación más absurda de que así lo ha ordenado su deidad mágico-religiosa que llaman Cristo que, según el entender de estos católicos y cristianos, tiene preferencia por los haitianos y repudia a los dominicanos, pero mientras tanto esa perversa Iglesia, con sus legiones de curas parásitos, viven a costa de la nación dominicana, a la cual ignoran, de paso, pues dentro de su visión oscurantista y antihistórica, no vale acatar decisión de ninguna nación ni de sus instituciones, pues sólo hay que obedecer a la Iglesia Católica-Vaticano que, según ellos, es la representante de su deidad universal.

Veamos:

1.- Suena el río, piedras trae. Truena el imperio, anuncia agresiones. Cuando escribo queriendo equivocarme, raras veces lo logro. Toda aniquilación física es precedida de otra comunicacional. La alharaca de EE.UU., que sitúa a Venezuela como centro de un imaginario eje del mal, es el acostumbrado prólogo de una intervención externa. Algarabías similares precedieron todas sus invasiones, desde la de Texas hasta la de Irak. La pregunta no es si, sino cuándo.

2.- La agresión contra Venezuela depende de cinco factores externos: dos estratégicos, tres tácticos. Los estratégicos son invariables: tenemos las más grandes reservas de hidrocarburos del Hemisferio y el Imperio las quiere. Por eso invadió Irak. Somos un mal ejemplo al desafiar la hegemonía absoluta de EE.UU. en América Latina y el Caribe. Por menos que eso se invadió Cuba y República Dominicana, Panamá y Guatemala, se acosó a Honduras, El Salvador y Nicaragua, se desestabilizó Chile, se bombardeo Grenada, se interfiere en el conflicto colombiano.

3.- Los factores tácticos sólo varían en cuanto a la oportunidad. Uno desaconseja abrir una guerra en dos frentes hasta que no se aniquile Irak. Otro incita a precipitarla para impedir que Chávez sea reelegido.

4.- El papel estratégico interno que desencadena una agresión o disuade de ella es la cohesión defensiva del objetivo. Por eso no ha vuelto a ser invadida Cuba, ni se toca a China con el pétalo de una rosa. Nosotros decidimos cuándo nos intervienen.

5.- Todo asalto foráneo arranca con otra agresión interna que destruye desde adentro el cuerpo social atacado mientras éste se lo permita. Rendirse al enemigo interior es perderlo todo. Tal cual llevan a cabo la Iglesia Católica y los prohaitianos junto a la prensa amarilla y el Presidente de la República en nuestro país.

6.- Secesiona y vencerás. Los zarpazos imperiales persiguen la separación de un territorio de sus vínculos originarios: Florida, Luisiana, Texas, Nevada, California, Nuevo México, Puerto Rico, Panamá, Kuwait. Durante décadas nuestros legisladores prepararon la desintegración de Venezuela perpetuando una fantasía federalista del siglo XIX, autorizando gobernadores con ejércitos privados y misiones diplomáticas propias. Una Ley Orgánica de la Hacienda Pública Estadal que privatiza ríos, lagos y lagunas, atribuye los minerales a los estados y les permite exonerar de impuestos a los ricos por contrato, a pesar de haber sido vetada por Hugo Chávez Frías, es planteada de nuevo en la Asamblea Nacional para legalizar la secesión del Zulia. No legitimemos al enemigo.

7.- Punta de lanza comunicacional que pervierte toda información sobre el agredido son las transnacionales mediáticas. Los encargados de hacer cumplir la Ley Resorte la violan para autorizarlas a publicitar licor. No seamos cómplices del enemigo. Esto es lo que llevan a cabo las letrinas periodísticas y que ahora el zar de la mafia busca reforzar con “Clave Digital” y el semanario “Clave”, apuntando a adueñarse del “Listín Diario”. Según Juan Bolívar Díaz Santana, el zoquete e imbécil en quien la condición de lacayo infame compite con la de sirviente vil, la centralización y concentración de la prensa en manos de los grandes, por poderosos, grupos financieros no daña, sino que beneficia y es bueno para la libertad de prensa. Claro que entiende ésta, dicho genuflexo y despreciable lacayo, como la libertad de prensa para desinformar por parte de los capitalistas.

8.- Milicia interna de la intervención externa son los medios audiovisuales que ocultan verdades, divulgan mentiras y exhortan inconstitucionalmente a la discriminación étnica y social, a la guerra civil y al Golpe de Estado. Todos funcionan mediante concesiones propiedad de la República, que ésta puede conferir y revocar a voluntad. En lugar de evaluar estratégicamente la continuación de tales concesiones, parece que se negocia bajo cuerda su renovación incondicional. No facilite ambas armas al enemigo.

9.- Vanguardia económica del adversario son sus transnacionales que nos explotan instaladas en el país. Un Tratado contra la Doble Tributación las exonera de pagar impuestos en Venezuela. Los que nos deben los cancelan al Tesoro de EE.UU. para costear la intervención con dinero nuestro. No financiemos al enemigo.

10.- El sicariato es la primera fuerza de ocupación. El golpe contra Chile arrancó con el asesinato del oficial más fiel a Allende. Permitir que autores intelectuales y materiales impunemente asesinen a centenar y medio de dirigentes campesinos y a un fiscal es proclamar que el proceso carece de defensas, y abrir el camino para el golpe judicial en el cual jueces neoliberales depondrán al Presidente por supuesto atentado contra el Derecho Humano de propiedad. No garanticemos la impunidad al enemigo.

11.- El hampa organizada es brazo armado interno de toda intervención externa. Es escuela de espías, delatores y sicarios, academia de provocadores, seminario de verdugos. Sus cuarteles son la oleada de casinos, garitos, timbas, ruletas, casas de juego, maquinitas y bingos que proliferan como hongos gracias a comisiones oportunas y autoridades comprensivas. La mafia fue la quinta columna que puso a Italia en manos de los invasores estadounidenses: a cambio, éstos dejaron a Italia en manos de la mafia. La batalla de Argel se ganó porque comenzó desalojando delincuentes. La revolución cubana acabó con los casinos y así impidió que éstos acabaran con la revolución. EE.UU. eligió no decidir contra la mafia, y ahora la mafia decide sus elecciones. Decidamos si importan más ciertas cuentas corrientes gordas o el destino de Venezuela. No cobijemos al enemigo. ¿Y la mafia no tiene sus reales en Cap Cana con Cisneros, Felipe González, Jesús Balderas, Abraham Hazoury?

12.- Las defensas de un proceso son sus conquistas revolucionarias. En un mes puede la Asamblea Nacional legislar el fin del latifundio, la recuperación de nuestras industrias básicas, incluidas las estratégicas, como la Electricidad de Caracas, la reserva absoluta para la República de toda la industria petrolera, la recuperación de concesiones, la devolución de las prestaciones laborales confiscadas por Caldera, la denuncia de los Tratados contra la Doble Tributación, la reforma del Estado y su integración con las Misiones, el sometimiento a normas de auditabilidad y transparencia de todo el sector público y privado, el castigo expedito para la corrupción y la verdadera participación popular. La agresión ha comenzado: la respuesta es ahora. O nunca.

 

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