La osadía de un impensante condotiero, el Jefe del Ejército Nacional, el gorila Campusano López, de salir con que en su institución mercenaria al servicio de los explotadores y opresores se discuten con libertad las ideas de Marx y Engels

 

Bueno, en un país donde el Jefe del Ejército Nacional de condotieros del Estado pelele dominicano, intervenido y subyugado por la Iglesia Católica y el imperialismo norteamericano, con su soberanía y autodeterminación castradas y sustituidas por la omnímoda como oscurantista y parasitaria de la Iglesia Católica, dice que dicho organismo es un dechado de libertad y, como mentiroso y estafador, llega al punto de proclamar que el seno de dicho ejército de condotieros, o sea, mercenarios a carta cabal, semeja una fragua donde se debaten libremente las ideas. ¿Acaso sabe este gorila Campusano López lo que son las ideas?

Y más aún, como analfabeto funcional y sacerdote de la improductividad, amen de practicante del ocio como actividad, ¿sabe acaso cuáles y qué carácter de clase poseen las ideas o principios del materialismo histórico y dialéctico de Marx y Engels?

Bueno, en semejante paisote, donde se es condotiero confeso de un Estado teocrático y confesional católico, como es el caso de nuestro país, por obra del Concordato, y a la vez jactanciosamente se dice que en el Ejército de dicho Estado se discuten y ponderan con toda libertad las categorías y principio de Marx y Engels, no es de extrañar que, en un acto típicamente colonial, los maestros de ceremonia hayan llegado a la osadía de presentar al lumpen degenerado y alcohólico desde los 14 años de edad, al chavista Miguel Mejía, dizque como “marxista”; pero no sólo que a Campusano López lo mandamos pa’l carajo con sus malandrinadas, sino que tampoco le aceptamos la vagabundería de presentar a “La Tercia” Miguel Mejía como marxista.

Chavista, izquierdista, aventurero, mercenario, oportunista, imbécil, terrorista y cretino estúpido, puede ser y no dudamos que ese depravado Miguel Mejía, efectivamente, es todo eso y mucho más, pero marxista, por favor, reclamamos respeto.

 

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