Caso jueza Wendy Martínez Mejía demuestra que el usurpador y cínico Subero Isa aplica persecución gangsteril y mafiosa

15-05-2009

 

El usurpador y cabecilla de la jauría de cínicos que es Jorge Subero Isa, de los que han asaltado, en forma gangsteril, el Poder Judicial, envileciéndolo más de lo que estaba cuando lo encontraron en su camino para asaltarlo, hace poco procedió a degradar a una jueza llamada Wendy Martínez Mejía, en lo que todo indica que es una sucia persecución gangsteril y mafiosa de esos degradados jueces apócrifos, auto-proclamados vitalicios, por motivos tan podridos y bajos, que ese usurpador gitano con alma de paria ha proclamado que eso es fruto de que la nombrada jueza, Wendy Martínez Mejía, es una manzana de desavenencia dentro de su Judicatura espuria, la del gitano o ciudadano roma, el aldeano montaraz Jorge Subero Isa y su jauría de cínicos usurpadores y detentadores del Poder que encabeza.

En su estupidez como más bruto y tan torpe como la pezuña de una bestia primitiva, es claro que está diciendo que la persecución y castigo, en contra de la susodicha jueza, es producto de que ésta se ha atrevido a actuar conforme con su íntima convicción en casos en que los miembros de los gángsteres entogados de la apócrifa Suprema usurpada, habían dado órdenes específicas de sentencias pre-fabricadas, que es lo que hace ese bergante de Jorge Subero Isa, a través de su círculo de chacales represivos y criminales que encabeza el ex-general Pablo Garrido Medina, de los matones y degenerados de Ramfis y Radhamés Trujillo, la cofradía.

Ahora, en su inicuo lenguaje de hiena de dos patas, Jorge Subero Isa, el usurpador vitalicio y conspirador impenitente, como agente de los grupos e intereses contrarios al país y pueblo dominicano, le llama, a su represalia, como crápula gangsteril, sanción de la desavenencia, y no persecución desmedida en contra de la disidencia.

El despotismo árabe, que se acentúa en sus grupos de renegados y judas, es contrario a todo espíritu de justicia y de democracia, como a toda libertad de conciencia. Estas bestias repugnantes y abominables sólo conocen del recurso del abuso, la persecución y el atropello, en su vano e inútil afán por imponer su dictadura unipersonal. Eso es un ejemplo vivo de una conducta anti-democrática.

 

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