El PACOREDO fija su posición frente al espurio acuerdo entre el disoluto presidentucho en bancarrota Leonel Antonio Reyna y el cabecilla perrodé Miguel Vargas Maldonado

 Nuestro Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO) fija posición en torno al acuerdo con que, evidentemente, el disoluto y podrido Leonel Antonio Reyna y los perrodé, encabezados por Miguel Vargas Maldonado, tratan de detener el ahondamiento creciente de las protestas e inconformidades populares ante el desastre que, en contra del país y la gente, han acarreado el neoliberalismo y los gobiernos corruptos y lacayos, tanto de los pálidos-pelegatos, encabezados por el podrido Leonel Antonio Reyna, como los perrodé, ya sea de Rafael Hipólito Mejía o de Miguel Vargas Maldonado, al igual que las sabandijas del tirano alimaña, cobijadas en el destartalado Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).

 

El pacto asqueante entre el disoluto y podrido Leonel Antonio Reyna y el hijo de la calle de un guardia y calié, Miguel Vargas Maldonado, se hace atendiendo a sus respectivas apetencias particulares y personales inmediatas

En dicho ignominioso acuerdo nada importan el destino y suerte de las masas trabajadoras dominicanas

20-05-2009

 

La firma de un acuerdo o pacto entre el disoluto y podrido de procedencia cuestionable, Leonel Antonio Reyna, y el hijo de la calle de un guardia, calié, matón y maipiolo o proxeneta del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, Miguel Vargas Maldonado (cuyo padre respondió al nombre de Pedro Rivera), repartiéndose entre sí, a nombre de sus respectivos hatos o bandas de miserables politiqueros mercenarios, que, en forma benigna o esópica, se ha dado por llamar eufemísticamente, para su complacencia y satisfacción, corrup-Partido Perrodé y corrup-Pálido Pelegato, las posibilidades del Poder para el período histórico que así acaban de inaugurar, de lo que cabría llamarse “la dinastía de los desalmados y su ignominia”, es lo suficiente y sobradamente aleccionadora de la forma y el contenido de prostitución con que conciben y entienden la democracia y la política estos personajes desclasados y representativos del aborrecible lumpen o segregación espuria de la burocracia, de la politiquería títere y lacaya del imperio- capitalismo, el capital financiero y sus monopolios internacionales, como de la vil e infame oligarquía retardataria del patio, que encabeza ese antro ignominioso de parasitismo y superstición que es la Iglesia Católica-Vaticano.

Celebrando tan vergonzosa como denigrante acción, que encarna la firma de ese acuerdo, de contenido tan pestilente como nauseabundo, en reflejo de su putrefacción intrínseca, tal vez no hay ninguna expresión más francamente sincera, que por su raíz y origen, así como por su condición de ser dos sujetos cuyos únicos móviles no son otros que los que les dictan (desde su condición de genuflexos, lacayos, corruptos, curtidos durante toda su execrable existencia, en los actos y acciones más degradantes como infames de las peores actividades antisociales y antinacionales) sus rastreras apetencias prohijadas en sus inmundas bajas pasiones como de sus bestiales instintos de enajenados y disociados, sobre ese acuerdo de marras que el que ha evacuado un experto en escatología en sus más extensos significados, tanto literales como figurados, que es esa despreciable alimaña, el agua negra de letrina, Tony Raful (sin más), cuando evacua productos que nunca tendrán cabeza cuando lo llama, acorde con su espuria naturaleza, “joya preciosa de Peña Gómez y Juan Bosch” y consigna auto-confesiones reveladoras del carácter de hienas y chacales del sub-mundo de los social-traidores de estos dos personajes, y al respecto embarra:

“El Dr. José Francisco Peña Gómez habría firmado la “Declaración conjunta en torno a la Reforma Constitucional”, suscrita por el Presidente Leonel Fernández y el Ing. Miguel Vargas Maldonado. Esta declaración tiene un profundo significado político y un alcance social democrático. Nadie podría objetar el contenido de este acuerdo que honra el legado histórico de las luchas protagonizadas por José Francisco Peña Gómez y Juan Bosch”.

La estirpe de social-traidores y de agentes, como de quinta-columnas anti-nacionales y anti-populares de Leonel Antonio Reyna y de Miguel Vargas Maldonado, queda reafirmada en ese acuerdo suscrito entre ellos, cada uno atendiendo a sus respectivas apetencias particulares y personales inmediatas, y con el común denominador de que, ni para Leonel Antonio Reyna y su Corrup-Pálido Pelegato ni para Miguel Vargas Maldonado y su archi-podrido Corrup-Perrodé, cuentan en lo más mínimo la suerte, el destino, ni los desgraciados derroteros plagados de hambre, miseria, atropellos, crímenes, discrímenes, enfermedades, desatenciones y exclusiones, que es el drama de la miserable existencia fatal de las masas populares y sus componentes.

Y ciertamente que algo que, encerrando una carga tan descomunal de traición a los intereses nacionales y populares, como tan contrapuesto a la democracia y a su ejercicio práctico, como lo es ese llamado acuerdo entre Leonel Antonio Reyna y Miguel Vargas Maldonado, hay que verlo, como con todo acierto afirma ese despreciable sujeto nauseabundo que es el agua negra de letrina Tony Raful (sin más), como una joya preciosa, muy propia de dos crápulas, como son Peña Gómez y ese archi-traidor y archi-espía de la CIA, el imperialismo y del anti-comunismo Juan Emilio Bosch Gaviño.

Es que toda la historia de las actuaciones de éstos arroja, como conclusión, un único balance, de que su papel se circunscribió a impedir que la población, como representante de las masas populares y trabajadoras, asumiera el rol decisivo que le corresponde para la construcción de su propio destino, que encierra el principio de la autodeterminación de los pueblos.

Pero la miopía y la ignominiosa indigencia política de ese fariseo inmundo, que se rasga prematuramente la vestimenta, que es Miguel Vargas Maldonado, dejando ver las podredumbres que hay detrás de esa, su figura, sepulcro blanqueado, que no vacila, no siente pruritos, ni presta oídos ni abre una sensibilidad de sentido común, al suscribir ese pacto ignominioso con ese disoluto, podrido, corrupto, corruptor, sanguinario, ladrón, entreguista y lacayo Leonel Antonio Reyna, de socavar las protestas, de obstaculizar, poniendo a su gente a torpedear, los reclamos y protestas en contra de este narco-gobierno y terrorista régimen, que está al borde del colapso, en plena bancarrota, con un repudio y condena crecientes por parte de la inmensa mayoría de la población, que ha sido víctima indefensa del engaño y las mentiras de las sabandijas pálidos-pelegatos en el Poder, cuyo cabecilla ha venido efectuando, además de todos esos desmanes económico-sociales, asesinatos de ciudadanos por medio de los escuadrones de la muerte policiales, que han ejecutado más de 10 mil ciudadanos, que unidos a los casi 5 mil que, por los mismos medios, fueron fusilados durante el régimen Perrodé del rufián Rafael Hipólito Mejía (del que Vargas Maldonado fue una figura estelar por ser de los que más se enriqueció bajo dicho régimen corrupto) sumarían más de 15 mil, que son, si no tres veces, cuando menos el doble de los que el tirano alimaña Joaquín Balaguer asesinara en sus 12 años de dictadura yanqui- balaguerista, lo que de hecho queda tácito, implícito o sobreentendido, que será prolongado y continuado bajo una administración Perrodé presidida por Vargas Maldonado, junto a una inyección de reconcentrado y sabandijas inmundas de esos canallas del tirano alimaña Joaquín Balaguer.

Lo de que ese acto de prostitución, mediante el que se elucida y pretende abordarse y resolverse un asunto político del Estado y del ejercicio del Poder de éste como si fuera un asunto de compra y venta de un pedazo de carne, o de un trata en un lenocinio o centro de la más abyecta prostitución, es una joya preciosa muy propia de las manos y de las podridas conciencias de Peña Gómez y Juan Bosch, es una conclusión matemáticamente exacta.

Eso se corresponde con la actitud de colaboración con Balaguer y el trujillismo de Juan Bosch y Peña Gómez de “borrón y cuenta nueva” en el 1961-63. La que Bosch, como un irresponsable y holgazán por herencia paterna directa, luego negaba como fruto de podrida naturaleza.

Es la misma colaboración de Bosch con el imperialismo, junto a Peña Gómez, durante la Guerra de Abril, como lo siguieron haciendo Juan Bosch y Peña Gómez durante los 12 años de dictadura yanqui- balaguerista, y particularmente durante el período del 1966 al 1972.

Esos dos, Juan Bosch y Peña Gómez,  cual de los dos más rufianes y recalcitrantes aborrecedores del pueblo y nación dominicanos, desde el 1966 se empeñaron en que fuera desarticulada toda labor y toda acción política de masas a favor de los derechos democráticos, la libertad y la independencia nacional, y, en aras de hacerle el juego y facilitarle las cosas al tirano alimaña, se confabularon para instigar a la juventud para que, en vez de tomar el camino expedito de las luchas políticas y la forjación de una clara conciencia ideológica respecto a tareas y objetivos políticos, la empujaron y corrompieron con acciones aventureras y terroristas, que no dieron otros frutos venenosos y amargos, que el favorecimiento de la entronización y consolidación de la sanguinaria dictadura yanqui-balaguerista, en cuyos doce años consecutivos, del 1966 al 1978, el tirano alimaña Joaquín Balaguer asesinó a más de 5 mil dominicanos a través de sus llamadas fuerzas incontrolables, de las que, los escuadrones de la muerte de la Policía Nacional, implementados por el disoluto y asesino sanguinario Leonel Antonio Reyna desde el 1996, han arrojado un saldo de más de 15 mil asesinados, y sigue aumentando, junto con el silencio cómplice de ese corrupto, corruptor y no cabe duda, desquiciado, proveniente de los ghettos y sub-mundo del Bronx y de Villa Juana.

Ningún ciudadano puede secundar que de antemano sus derechos democráticos, que muchas veces se concentran en el libre derecho de elegir y ser electo, sean negociados en forma tan depravadamente perniciosa e inescrupulosa como acaban de hacerlo Leonel Antonio Reyna y Miguel Vargas Maldonado, corroborando que ambos son iguales entre sí, y que de ese acuerdo nada a favor del pueblo y del país pudo salir ni saldrá.

 

Volver a la Página Principal