HOMENAJE INSTITUTO DUARTIANO AL CAPO MIGUEL COCCORLEONE

Demuestra que el duartismo es un engendro mostrenco de la Iglesia Católica en su obsesivo afán de mantener  subyugado al pueblo dominicano y succionarle parasitariamente hasta la última gota de sangre

17-07-2009

 

Durante el acto llevado a cabo (como parte de la continua conspiración de la Iglesia Católica-Vaticano en contra de la democracia y para que se imponga una dictadura, conspiración reforzada ahora con la encíclica de su Papa, la rata Ratzinger, siendo el desconocimiento de los derechos democráticos de la gente y su aislamiento de las actividades políticas y sociales, es decir, la dictadura, el único régimen en el que la Iglesia Católica-Vaticano puede mantener impunemente su vividorismo, parasitismo, despotismo, así como sus privilegios) el día 16 de julio, dizque para conmemorar la creación de la llamada Sociedad La Trinitaria (que históricamente está demostrado que no existió, sino que ha sido un invento de la Iglesia Católica-Vaticano, y que si todavía ese tal adefesio se menciona es porque la seudo-intelectualidad dominicana, adocenada, envilecida, decadentista, mediocre y pusilánime le sigue haciendo el juego a la Iglesia Católica-Vaticano), el llamado Instituto Duartiano, presidido por el trujillista (¡qué casualidad!) Pérez Saviñón, rindió un homenaje póstumo, como ejemplo de “los dominicanos apegados a la ley y las buenas costumbres”, nada más y nada menos, que a Miguel Coccorleone.

¡Sí!, al ladrón ése, que después que se murió han ido brotando, como los “golondrinos” purulentos que se producen en los sobacos de la gente y de los que se dice que cuando se abre uno, expulsando todo el pus que contiene, eso significa que faltan como siete por hacerlo, quedando al descubierto todos los actos mafiosos y de corrupción, así como de evasión de impuestos y engaño al fisco, de empresas como la tal Cemex, entre muchas otras, que fueron llevados a cabo, bajo la sombrilla protectora y cómplice de Miguel Coccorleone, ejemplo de hombre honesto “apegado a la ley y las buenas costumbres”, según el trujillista y agente de la Iglesia Católica-Vaticano, Pérez Saviñón, del Instituto Duartiano.

 

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