EL FRAUDE DEL CALIÉ DEL SIM EUCLIDES GUTIÉRREZ COMO HISTORIADOR

Digno secuaz del agente de la CIA y del Departamento de Estado Norteamericano, el archi-traidor Juan Emilio Bosch Gaviño

12-06-2009

 

Euclides Gutiérrez no tiene calidad, no posee cultura real ni posee nada de pizca de la honradez ni de la mínima honestidad que se requiere para la objetividad que ha de definir a un historiador al abordar los hechos históricos y a los personajes que los protagonizan.

Nadie podría hacerle caso a un supuesto historiador que no respete los testimonios documentales escritos y de comprobada autenticidad (tal cual hace y lleva a cabo Euclides Gutiérrez Félix, en relación a la historia real de Juan Emilio Bosch Gaviño) e insista en pretender darle, de espaldas a los hechos y a esos documentos, una supuesta grandeza a este personaje.

Ahí están los documentos desclasificados como las copias de los comprobantes de los pagos de la CIA, el Departamento de Estado y otros organismos de espionaje e injerencia de los Estados Unidos, mejor conocido como el imperialismo yanqui.

Erick Chester, acreditado historiador, graduado en lo que ellos mismos llaman una prestigiosa universidad norteamericana, ha expuesto copias de los documentos desclasificados de la CIA respecto a Bosch y a Peña Gómez como sus agentes y espías, desde mucho tiempo antes de la caída del dictador Trujillo en el 1961.

Como tal, como agente de la CIA e informante espía y colaborador con el imperialismo norteamericano, Juan Bosch fue director y profesor de la escuela de la CIA para cuadros políticos, espías yanquis, en San José de Costa Rica, junto a Sacha Volman, del que, en un exabrupto de asinceramiento como espía y agente de la CIA, denigrante condición que Juan Bosch llegara en su aberrada ignominia a enaltecer diciendo que Sacha Volman, rumano agente convicto y confeso de la CIA y de toda causa contrarrevolucionaria, era el modelo, paradigma y arquetipo para toda la juventud dominicana, al que cada joven dominicano debía imitar y seguir sus pasos, tal y como lo vomitó, con letras negras en papel blanco, en su panfleto de 1964 titulado “Crisis de la Democracia en Santo Domingo”.

Las aberraciones de Juan Bosch, en su desquiciamiento febril, le llevaron a inventarse que el nombrado Máximo Gómez, general en jefe de la ocupación de España durante la Anexión en contra de la República Dominicana, es un héroe dominicano, por su cuestionable participación en Cuba durante la Guerra Hispano-Norteamericana del 1898.

Máximo Gómez dominicano no fue nunca, sino español. No participó de la lucha por la independencia nacional dominicana y, en Cuba, participó para que ésta, al alejarse de su patria colonialista España, no pasara a ser colonizada por los Estados Unidos, o sea, que representó a un país colonialista (España) en contra del nuevo país colonialista que empezaban a ser los Estados Unidos de Norteamérica.

Y prueba de ello es, que Máximo Gómez fue racista anti-negro y, como tal, discriminó y minimizó el papel estelar de Antonio Maceo, figura clave de la independencia cubana.

Continuaremos

 

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