Peleles congresistas haitianos despotrican contra dominicanos pero no hacen nada para que sus intrusos inmigrantes dejen de merodear e importunar en nuestro país

06-05-2009

 

Se ha hablado y escandalizado, a diestra y siniestra, por la ocurrencia de la decapitación de un haitiano, como venganza ante el crimen que habría cometido el hermano del decapitado, quien había decapitado el día anterior a un dominicano y herido a un primo de éste. El haitiano homicida y agresor trabajaba para el dominicano a quien él asesinó.

Los diputados peleles haitianos han montado un show de protestas por la muerte de su compatriota, y, claro, sin hacer nada para que sus conciudadanos haitianos regresen a su país y dejen de importunar y merodear, causando grandísimos problemas a la República Dominicana y a los dominicanos.

Por ejemplo, si la decapitación del haitiano ocurrió el día 2 de Mayo del 2009, paradójicamente no hemos oído ni conocido la primera protesta de las autoridades dominicanas, empezando por la actitud irresponsable y pusilánime del disoluto y podrido, Leonel Antonio Reyna, a quien  sólo parecen interesarle dos cosas: sus bajas pasiones y cómo engordar su patrimonio personal por medio de la corrupción.

Y es que el día 27 de Abril, un grupo de varios haitianos, en Mao, alevosamente asesinó, cortándole la cabeza, al ciudadano dominicano, padre de cinco niños, residentes en Yerba Guinea de Mao, José de los Santos, de 56 años de edad.

José, ingenuamente, les dio albergue a esos salvajes haitianos, y cuando les requirió que ya no podía seguir albergándolos y los conminaba a abandonar su casa, le dieron muerte, cortándole la cabeza a machetazos.

 

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