Leonel Antonio Reyna como náufrago que se aferra hasta a un clavo ardiente recurre a lo más aborrecible y envilecedor:

- 20 millones para la pandilla mercenaria del Colegio Médico

- 20 millones para los sindicalistas venales como Pepe Abreu y el CNUS para echarle mano a 7,500 millones del seguro de riesgo laboral para sus anti-constitucionales afanes reelecionistas

- Soborno multimillonario a los dirigentes del transporte para comprar los aprestos de protestas populares por el aumento de los combustibles

14-01-2011

 

Es mucho más que un grosero oprobio. Resulta extravagantemente  aborrecible, la práctica envilecedora, a la que frenéticamente se abraza, como el desesperado que no repara ni en clavo ardiente, para echarle mano; es como un naufrago en el mar que busca en su agonía una tabla a la que abrazarse con tal de intentar salvarse.  Leonel Antonio Reina viene desatando una  repugnante campaña de soborno, como un viciosamente incorregible auspiciador de la corrupción,  bajo la forma y la magnitud que sea, como se ha visto, entregando partidas millonarios a Zenén Caba y su pandilla del Colegio Medico Dominicano para que se conviertan en cómplices de sus farsas criminales en contra de la población, como se palpa con el caso del cólera.

Por igual se ha dicho, que Leonel Antonio Reina ha ordenado repartir, y en efecto se ha llevado a cabo, partidas que rondan entre los 20  millones de pesos, entre los sindicalistas del grupo del mercenario Pepe Abreu y el llamado Consejo Nacional de la Unidad Sindical CNUS, a cambio de que estos viles canallas suscriban un acuerdo ilegitimo como ilegal, de tomar unos 7,500 millones del fondo de pensiones, para ser repartidos como sobornos a cambio de respaldo para sus pretensiones reeleccionistas inconstitucionales, entre los capitalistas, acostumbrados al parasitismos y a los privilegios onerosos.

Por último, hay dos casos que estremecen la conciencia cívica de la ciudadana. El primero de estos, es el soborno multimillonario entre los dirigentes de los grupos sindicalistas del transporte público urbano y hacia el interior del país o inter-provincial e inter-regional, conque ha dispuesto comprar los aprestos de protestas y alzas del transporte público.

El otro es que, a un carnicero criminal, que se tiene como de los jefes de los escuadrones de la muerte parapoliciales y paramilitares, como es el caso de Bencosme Candellier, ha dispuesto favorecerlo, al tiempo que ordena despojar a centenares de familias campesinas de Samaná y la Provincia  Monte Plata, a quienes, sus tierras de trabajo, el CEA y otras instituciones, actúan para quitárselas y entregárselas a ese monstruoso carnicero y criminal, que es Bencosme Candellier.

 

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