Luis Guaidó Iván Duque Almagro Pompeo Abinader Corona es el
auspiciador de todos los crímenes y desmanes que están sucediendo Siguiendo los pasos de las fechorías y crímenes del maricón Hatuey Decamps Jiménez, Milagros Germán y su único hijo varón, un tal Alvaro Decamps Germán, son los dueños del canal El Sol que fue escenario de un incendio que todo luce que fue deliberadamente perpetrado con el móvil del cobro del seguro millonario por parte de los dueños
En el ejercicio del sistema de opresión y explotación capitalista,
burgués-terrateniente y clerical, como éste que padecemos; y que, como
tal es el caso de pies a cabeza, que se ceba sobre las espaldas del
pueblo, de cada uno de sus componentes humanos, como de la carne, la
sangre y la vida de toda la nación dominicana; no sólo que las reformas
sociopolíticas y económicas, como las leyes y decretos estatales y
municipales, tienen por objetivo el reforzamiento e intensificación de
esos procedimientos y métodos sistemáticos de subyugamiento; sino que,
hasta cuando se trata de máximas, refranes, adagios, sentencias,
decires, o bien proverbios, en medio de este sistema y su ejercicio, por
contenido y significado concreto, adquieren, de manera obligada, y
necesaria por lo tanto, una significación y validez contrarias a todo
cuanto vaya o redunde en favor de la situación material y espiritual del
pueblo, esto es, de las masas populares y las clases productivas; como
lo obreros, los campesinos, los artesanos, profesionales y artistas,
debiendo dejar debidamente subrayado y enfatizado que, del concepto
pueblo excluimos y mandamos para las inclemencias de las calendas
griegas a los faranduleros; que, así como el maco no es pez, aunque viva
en el agua o en su cercanía, el tocar la tambora no convierte por sí
solo a nadie en músico, igual que el güirero.
Puede decirse, que lo del significado contrapuesto y contradictorio,
totalmente opuesto del significado de las máximas o moralejas, como
también se llaman proverbios, ya se empleen desde el punto de vista y el
interés de las masas del pueblo, o teniendo connotación contrapuesta
cuando el interés es proveniente del amasijo de tiburones, hienas,
buitres y sanguijuelas y vampiros reales de los círculos explotadores y
opresores, como los grupos oligárquicos dominicanos y sus siervos y
vasallos de la gleba, que componen los seudo-intelectuales:
escritorzuelos de a tanto por línea, cagatintas, poetastros y
estafadores que se hacen llamar filósofos; como son los casos que
integran las faunas de los que emplean la sofística del agnosticismo y
el jesuitismo como, por ejemplo, los sacos de inmundicia de Enerio
Rodríguez, Federico Henríquez Gratereaux, o esa basura de Rafael Acevedo
y tantos otros.
Y es que, sobre todo en la situación concreta, en que ya es un hecho que
los explotadores y opresores, que forman el mundo capitalista, carecen
de soluciones verdaderas y reales a la grave crisis mundial y de la
humanidad, como la que envuelve en su totalidad a la sociedad y a su
Estado opresor-coercitivo y burocrático-administrativo en nuestro país,
donde las clases dominantes y sus representantes se ven obligados a
recurrir al engaño de las supuestas reformas globales de esto, de
aquello y de todo; lo que no deja de ser una admisión y aceptación de su
parte de que, en realidad, su situación es difícil y exactamente de
creciente acorralamiento, y cada vez acentuándose lo de “sin salida”;
por lo que su única desesperada y arriesgada alternativa, a título de
clavo ardiente de que agarrarse, que se le ofrece, es la demagogia
envuelta en la salsa tóxico-venenosa de los ofrecimientos irrealizables,
aderezados de falsas ilusiones. De manera que se engaña el que quiere y
tiene vocación de pescado, que se deja seducir por cualquier carnada o
añagaza que el pescador le coloca en el anzuelo, para, una vez que,
golosamente, se la engulle, solo le quede la sartén con aceite hirviendo
para ser frito y comido.
Y no hay que ser ningún
genio para percatarse de que el aventurero e idiotimbécil de Luis Guaidó
Iván Duque Almagro Pompeo Abinader Corona es el auspiciador de todos los
crímenes y desmanes que están sucediendo.
Así las cosas, que nadie se engañe en torno a llegar a creer que el
Presidente usurpador, que es el mojón con muchos flecos Luis Guaidó Iván
Duque Almagro Pompeo Abinader Corona, puesto alcanzado por medio del más
colosal fraude descarado de todo un proceso electoral, festinado y
arrabalizado, desde el mismo inicio, con el nombramiento de la Junta
Central Electoral del 2016-2020, por acuerdo y orden de la mutual que
forman el imperialismo norteamericano y su superestructura colonial, que
opera en el mismo seno del Estado Nacional y, por lo tanto, en flagrante
violación-estupro de la soberanía y autodeterminación del Estado
Dominicano, esto por un lado, y del otro lado, de la otra
superestructura que socava la vitalidad del Estado Nacional, que es la
superestructura anulatoria de la vitalidad del Estado Dominicano, y que
es la de la Iglesia Católica-Vaticano-el Concordato y los jesuitas, que
es una superestructura parasitaria oscurantista, con carácter de
super-sanguijuela.
Ese Luis Guaidó Duque Almagro Pompeo Abinader Corona es el promotor y
auspiciador de todos y cada uno de los desmanes y que, a su vez, cuentan
con la complicidad del Ministerio Público en los abusos, violaciones y
crímenes que comete la Policía Nacional, que nunca ha dejado de ser el
escuadrón de la muerte que, como tal, la creara el dictador Trujillo a
la sombra del imperialismo norteamericano y del fascismo inmanente que
emana de la Iglesia Católica-Vaticano y del cristianismo.
Siempre aparecerán quiénes se digan desengañados, no esperando que este
desastre ocurriera.
No obstante, es obvio que todos estos desastres son parte del libreto y
guión previamente escritos y diseñados para la desarticulación interna
de la República Dominicana y su Estado Nacional para la fusión con el
enclave de hordas tribales salvajes que componen, como se palpa, la
“tierra de nadie” que es Haití y los haitianos.
Entre el acervo o bestiario del imaginario mundano hay fábulas y nombres
de éstas, como decires, que dan cuenta de múltiples taimadas inconductas
reflejos de las miserias humanas y el retorcimiento del alma.
Una de esas es la que se llama la de la gatica de María Ramos, que tira
la piedra y esconde la mano, que es de la que todas esas carroñas de las
jaurías de los perros boschistas peñagomistas, en sus cruces de perros
pelegatos balagueristas seleccionan y sacan sus prácticas de mañosos
malandros los actuales componentes de la administración antinacional,
antidemocrática, antipopular, entreguista y pro-haitiana de los
oguipiesistas o alias peñagomistas de los perros de mierda.
Pero estos desechos sociales, con el mojón pestilente a la cabeza, han
querido ahondar y desarrollar la perversidad taimada y congénita que les
lleva a cerrar filas alrededor de la fábula de la gatica de María Ramos,
llegando a hacer una combinación de esta popular fábula con la parodia y
lo que tiene de fábula el Chapulín Colorado, que aportan los mexicanos
con su chavo.
Produciéndose curiosamente una cadena de escándalos, que se vuelve
costumbre, en los que cada eslabón de esta cadena viene precedida por el
eslabón de un escándalo por acción desaprensiva en uno de los poderes
del Estado y en cualquier rama de la administración pública, o de las
FF.AA., si no de la Policía Nacional, cuyas filas están compuestas por
los narcotraficantes y delincuentes más consumados, o bien que
protagonizan los crímenes más horrendos como sistematizados.
Hay acciones de corrupción flagrante que protagonizan los funcionarios,
que más adelante resultan premiados por la impunidad, como acontece con
el caso del fraude de las tarjetas de la mendicidad con que se corrompe
a la población y se la vuelve lumpen, como en la vieja sociedad romana,
en la que el lumpen vivía de la sociedad.
La tal Gloria Reyes fue exculpada por el Senado de toda responsabilidad,
sin darle ninguna explicación a la opinión general del pueblo que vio
cómo la dádiva gubernamental era botín de rufianes con rango de altos
funcionarios palaciegos.
Así como también se repite el viejo expediente policial recurrente en la
dictadura yanqui-balaguerista de los 12 años en la que presos en los
cuarteles policiales o en cárceles públicas, como La Victoria, como fue
el caso del nombrado Rafael Pérez Guillén, que, muertos por las golpizas
con garrotes y bates por los Francisco Maríñez, Caonabo Reynoso y Ramón
Pérez Martínez, eran presentados, con el aval de supuestos médicos
legistas, que dictaminaban que la muerte era fruto de un paro cardíaco,
como lo hiciera aquel médico legista Rafael Alfau Cambiaso, obediente al
servilismo colaboracionista de los revisionistas del partido
“capitulacionista” y “colaboracionista” dominicano (p“c”d), y cuñado del
alto dirigente de esta banda de renegados y traidores, Carlos
Ascuasiati, el Director de Onaplan del balaguerismo.
Ahora se dictamina que el ciudadano José Gregorio Custodio, muerto por
golpiza de policías en Ocoa, no murió, como se trata de decir, por los
golpes masivos que le causaron desaprensivos criminales miembros de la
Policía Nacional, sino por un paro cardíaco. ¿O es que acaso alguien
puede morir sin que se le detenga o pare el corazón de funcionar?
Lo mismo se pretendió pasar de contrabando con el ciudadano David de los
Santos, como por igual con el barbero Richard Báez en Santiago, y
decenas de casos que se vienen repitiendo hasta que la copa se pone en
punto de que una gota más y se produce el derrame del desastre sin que
se sepa dónde se irá a parar.
Ningún dominicano con dos dedos de frente y en pleno uso de razón y con
un poco de cordura se va a tragar el cuento de que el flamante mojón con
muchos flecos, el idiotimbécil, inútil y güebón que estúpidamente se
pavonea como Presidente del actual desastre gubernamental, el tal Luis
Guaidó Iván Duque Almagro Pompeo Abinader Corona no estaba al tanto de
todas las ocurrencias de orgías de torturas al estilo de los mejores
tiempos de Balaguer, Luis Ney Tejada Alvarez, Enrique Pérez y Pérez,
Neit Rafael Nivar Seijas, los Francisco Antonio Báez Maríñez y toda esa
serie de criminales natos que conforman el elenco de las distintas
jefaturas de la Policía Nacional.
Porque, a menos que entre sus dotes histriónicas de mentiroso, simulador
y farsante no tenga en secreto la condición de desmemoriado, de que
padece de amnesia por entumecimiento, por falta de ejercicio de su
músculo cerebral, pues sólo así tendría explicación este burdo intento
de la Presidencia usurpada de la República de pasar de contrabando y
seguir cogiendo de pendejo al manso pueblo dominicano de que este
zángano usurpador del primer poder del Estado Dominicano no se había
enterado de que Eduardo Alberto Then es un sociópata asesino recurrente,
torturador, sadomasoquista demencial, puesto que todavía no se acababa
de secar la tanta tinta impresa usada para reiterar que ese general
Eduardo Alberto Then, por ser un sanguinario criminal, no debía ser
nombrado Jefe de la Policía Nacional, aún fuera bajo el disfraz inútil
de Director, con lo que pretende jugar al cuento de la Caperucita Roja
de: mete el dedito aquí ahora, que el lobo no está aquí; y, sin embargo,
el mojón lo hizo, lo nombró jefe al frente de la Policía Nacional.
Se entiende perfectamente lo sensible que resulta al pueblo cuando se
trata de las torturas y asesinatos de gente del pueblo, de simples
ciudadanos, muertos en las cárceles policiales.
Pero hay muchas cosas sucias y de carácter terrorífico que se repiten
las 24 horas del día y todo el tiempo en el seno mismo de este
espeluznante, corrupto, entreguista, pro-haitiano, irresponsable,
inepto, narcotraficante y antro de lavado de activos del narcotráfico y
del contrabando a gran escala desgobierno, pero por sobre todo lacayo
incondicional de los dictados del imperialismo yanqui y de la Iglesia
Católica-Vaticano.
Hablemos del embeleco con muchos flecos, Luis Guaidó Iván Duque Almagro
Pompeo Abinader y Corona, para que no falte el sionista CIA; por
ejemplo, de cómo este desgobierno, el más perrunamente servil, genuflexo
y entreguista, cuyo lacayismo raya en lo depravadamente amoral y
antiético, es una reproducción ó copia al carbón de la espuria
administración de ese abominable y desalmado Salvador Jorge Blanco, y no
sólo en su falta olímpica de dignidad nacional, sino en su íntima
vinculación con el hampa internacional y el crimen organizado que hoy
sigue girando como una actividad imprescindible del subyugamiento del
imperialismo yanqui y de su oligarquía financiera internacional y sus
monopolios, pero con énfasis especial en materia del narcotráfico y el
lavado de activos de las fortunas que vienen derramando sangre, lodo,
además de los torrentes de infamias e ignominias prohijadas por su
carácter homicida y de énfasis en las prácticas de aberradas acciones de
naturaleza propia a la sociopatía, y cuyos portadores se diferencian de
los simples sicópatas, cuya actitud criminal y homicida es fruto de un
desorden de carácter siquiátrico; no obstante, el sociópata asesina y
depreda todo cuanto existe en su entorno, y, concomitantemente al
homicidio, roba y estafa de manera indolente, puesto que es un manojo de
todas las gradaciones de aberraciones que hacen del sociópata un abúlico
carente de empatía.
Estas actitudes son muy acentuadas y proliferan en las nuevas camadas de
los leprosos morales procreados y convertidos en los herederos y
continuadores del émulo y epígono del Marqués de Sade como de Jack el
Destripador, de la leyenda criminal inglesa, que vino a ser el maricón
activo y proactivo Hatuey Decamps Jiménez, cuyos hijos bastardos,
procreados con remordimiento, por cuanto se sabía irreversiblemente
homosexual, inclinación aberrada que en principio creyó poder ocultar
dándoselas de Don Juan Tenorio; no obstante, desde su primer matrimonio
con la farandulera de condición y origen judío sefardita banileja
Cecilia García, asomó en su sociopatía de orden esquizoide con
inequívocos rasgos de narcisismo y egolatría hiper-acentuada, por lo que
su impotencia sexual manifiesta ante el sexo femenino devenía en la
necesidad de una reacción traumática violenta como compensación o
reacción compensatoria, tras la cual fugazmente se producía la erección
masculina que, como no era natural, debía ser precaria y de corta
duración, lo que, por el contrario, le resultaba fácil cuando era
sodomizado por su pareja excubo, como acontecía con Daladier Burgos, un
simple empleadillo de la Santo Domingo Motors y merodeador de los grupos
de izquierda.
Para cuando Salvador Jorge Blanco da su golpe de gracia en el Perrodé
Oguí Pié, alias Peña Gómez, pasando Daladier Burgos a ser un alto
funcionario palaciego y hasta cónsul en el enclave del imperialismo
yanqui de la República apócrifa de Taiwán, de Chiang Kai-shek,
establecida en el territorio de una isla perteneciente a la República
Popular de China, y que el imperialismo yanqui la mantiene secuestrada;
Daladier Burgos pasó de la nada a ser un personaje de alta influencia en
la vida pública del gobierno Perrodé Salvador Jorge Blanco.
Los amigos de Daladier Burgos, entre los que se encontraba el bastardo
Machy Constanz, como lo fue el leproso moral y criminal desalmado Ramón
Pérez Martínez, cancerbero balaguerista del general sanguinario de horca
y cuchillo Enrique Pérez y Pérez como del sicario de éste, el capitán
Oscar Núñez, alias El Cangrejo, del que fue su asistente como torturador
y matarife en la Banda Reformista y Anticomunista; pues bien, esos
amigos empezaron a llamarle a Daladier Burgos el bugarrón del brazo de
oro y la punta de diamante, que le había encumbrado a compartir la
cúpula del liderazgo politiquero.
Y es que, conforme los hechos, el violento y arrogante cacique Hatuey,
que golpeaba despiadadamente a Cecilia García, como a la zorra y
portadora del mal de la abulia y la dislexia, por problema de cierto
grado de autismo, Milagros Germán, que sería la segunda esposa del
leproso moral Hatuey Decamps, y carente de escrúpulos y de todo pudor se
incorporó a la organización de leprosos morales espías de la CIA que
lideraba su padre dentro del Perrodé, el ingeniero Félix Germán, a quien
Hatuey Decamps le diligenció la condición de Secretario de Obras
Públicas bajo el desgobierno entreguista y Ucamaima de Salvador Jorge
Blanco.
Los Decamps son unos fatuos de origen de emigrantes españoles, culos al
aire, que salieron huyendo de la entonces colonia de España, Puerto
Rico, a raíz de la guerra hispano-norteamericana del 1898 en la que fue
derrotada España, y ante el espectro terrorífico de dejar de ser tenidos
como representantes de la metrópoli colonial que era España para Puerto
Rico, los Decamps, igual que los Bosch, vagos por antonomasia y
vividores a costilla de sus mujeres, que debían trabajar como siervas de
la gleba y burras parideras, emigraron hacia Haití y de ahí pasaron a
República Dominicana en busca de privilegios.
Cabe poner de relieve, para fines de anotaciones en torno a los factores
concurrentes de la esquizofrenia homicida o sicópata, que si bien es
digno de estudio especial la recurrente repetición de la homosexualidad
entre los Decamps Jiménez, tanto en el caso de los varones como de las
hembras, entre las que sobresale la delincuente Libertad Decamps
Jiménez, de quien se sabe que sus correrías de depravada lesbiana
empiezan cuando apenas contaba 14 ó 15 años y era del elenco de la
famosa Iris Cristopher Sauri, aquella azafata que, por ser íntima de Ana
Elisa Villanueva, esposa de Jacobo Majluta, cuando éste fue Presidente
por 43 días nombró a Iris Cristopher, jefa de las azafatas de la
Compañía Dominicana de Aviación (CDA), compañía que la había cancelado
por su depravada conducta, y la Villanueva de Majluta la llevó a ser
reincorporada a la CDA como jefa de azafatas de esta compañía de
aviación; a la semana las azafatas de dicha línea aérea se plantaron en
huelga porque Iris las acosaba sexualmente.
Los Decamps Jiménez son dignos de ser estudiados en la vinculación
estrecha entre su egotismo enfermizo y patológico como en sus
inclinaciones criminales y homicidas.
Lo que adquiere importancia de primer orden por cuanto Milagros Germán y
su único hijo varón, que es un tal Alvaro Decamps Germán, son los dueños
del canal de televisión Del Sol, que fue escenario de un incendio que
todo luce que fue deliberadamente perpetrado por la Ministra de la
Cultura de la Muerte, que es Milagros Germán, y su hijo Alvaro Decamps,
a quienes se señala que provocaron el incendio del canal Del Sol y en
ese siniestro, hasta ahora, han resultado muertos por lo menos cuatro
ciudadanos trabajadores de dicha planta televisora Del Sol.
El móvil del incendio sería el cobro, por parte de los dueños, del
seguro millonario de esa planta televisora Del Sol, pero además estaría
el hecho de que Milagros Germán, la flamante Ministra de la Cultura de
la Muerte y su hijo, habiendo recibido del Ministerio de Educación de la
República cerca de 100 millones de pesos para impartir clases virtuales
durante la pandemia del covid 19, sin embargo, no impartieron ni una
sola hora de clase, pero se quedaron con la friolera de esos 98 millones
de pesos.
Es sorprendente la coincidencia criminal de las palabras enaltecedoras
de Milagros Germán al carnicero y matarife Iván Duque como Presidente
paramilitar, del narcotráfico y de las masacres en Colombia, dándole la
connotación de un prócer de la democracia a ese cerdo asesino, que el
único aporte hecho a Colombia es el saldo inigualable de asesinatos
impunes, como de incorporar a las exportaciones de Colombia el ramo de
la exportación de sicarios paramilitares mercenarios para matar
presidentes extranjeros. ¡Qué coincidencia y qué casualidad!
Como se recordará, el marica que, según los informes veraces hacía de
cacique arrogante y prepotente en público, pero que se derretía y se
volvía una dulce y dócil Anacaona cuando era sodomizado y sometido al
suplicio de la barra fija por el fulano ese del brazo de oro y la punta
de diamante, siendo entonces especie de primer ministro del gobierno
neoliberal títere del imperialismo yanqui y de la Iglesia
Católica-Vaticano-Ucamaima de Salvador Jorge Blanco, al dispararse, con
la aplicación de la fórmula neoliberal, la prima del dólar, buscando
chivos expiatorios encontraron al casacambista Héctor Méndez, a quien
Hatuey Decamps secuestró creando un grupo de extremistas emepedeístas,
Línea Roja Patrado y renegados revisionistas del partido
capitulacionista y colaboracionista dominicano p“c”d, como es el caso de
Pedro Alejandro García Berry, que Hatuey Decamps puso bajo las órdenes
del matón balaguerista y capitán de la Policía Nacional, alias El
Hippie, cuyo nombre es Uladislao Bautista Rodríguez.
Y más adelante, el mismo grupo de paramilitares creados por Hatuey
Decamps dio muerte a los hermanos De la Cruz Gálvez, so pretexto de que
eran los culpables del alza del dólar.
No creemos que fuera por casualidad que, a raíz de la variación del
precio del dólar, en este año 2022, en los Fondos de Pensiones se
produjera una pérdida de miles de millones de pesos. Y se dijo que todo
fue por esa causa. Y san se acabó. ¡Oh, qué bien! Pero los hechos dan
cuenta de que la única coincidencia es que es el hijo de Hatuey Decamps
quien es el encargado administrador de los Fondos de Pensiones y se
repiten al pie de la letra los saldos traumáticos.
Somos partidarios de que todos estos hechos se investiguen y los
resultados sean hechos públicos.
La cadena de muertes a manos de la Policía Nacional bajo el actual
gobierno viene pareja con el desastre ecológico que está causándose a
través de explotaciones mineras desaprensivas y sin ningún miramiento.
Llama la atención que una de las dos hijas del marica Hatuey Decamps con
Milagros Germán, es quien hace de Viceministra de Medio Ambiente detrás
del droguista Orlando Jorge Mera, que es el incumbente del desastroso
Ministerio de Medio Ambiente. Nadie se ha tragado el cuento de que
desempeñe función alguna y es generalizada la percepción de que tanto el
tecato Jorge Mera como la zorra Milagros María Decamps, trabajan en
mutuo acuerdo con Luis Miguel Decamps para la destrucción del equilibrio
ecológico nacional por cuanto, igual que el mojón, operan a favor de la
Barrick Gold y las mineras, como se palpa en el desastroso caso de
Barahona.
A cada momento se reafirma que todo el desastre imperante tiene por
fuente directa la indeseable gestión del mojón con muchos flecos Luis
Guaidó Duque Almagro Pompeo Abinader Corona.
|